El tricampeón del mundo llega a Montecarlo con el impulso de su reciente triunfo en el Gran Premio de Emilia-Romaña, que lo deja a solo 22 puntos del líder del campeonato, Oscar Piastri. A diferencia de los pilotos de McLaren, Piastri y Lando Norris, Verstappen ya sabe lo que es ganar en Mónaco, habiéndolo hecho en 2021 y 2023. Y sigue considerando esta cita como el mayor reto técnico del año.
“Lo más difícil es dominar la clasificación”, explicó. “Sabiendo que adelantar es casi imposible el domingo, tenés que estar perfecto el sábado. Es un circuito complicado, lleno de baches, cargado de historia… Es una locura, la verdad. Pero es una carrera que todos quieren ganar”.
Red Bull llega con incertidumbre
Aunque sigue siendo uno de los principales candidatos al título tras siete Grandes Premios, Verstappen admite que Red Bull no ha sido el equipo dominante en 2025. McLaren ha tomado la delantera con cinco victorias entre Piastri y Norris, incluidos sus éxitos recientes en Miami.
En Imola, sin embargo, Verstappen logró imponerse tras un brillante adelantamiento a Piastri en la primera vuelta y mantuvo un ritmo sólido durante toda la carrera, consiguiendo así su segundo triunfo de la temporada.
“En pistas de alta velocidad hemos sido competitivos, pero Mónaco es otro mundo”, dijo el neerlandés. “Si tomás el promedio entre Miami e Imola, no creo que estemos tan bien. Y siendo honesto, no tengo idea de dónde estamos parados para este fin de semana”.
Clasificación fuerte, ritmo de carrera en duda
Pese a las dudas, Verstappen ha demostrado ser muy sólido en clasificación este año, igualando a Piastri con tres poles en lo que va de la temporada. Sin embargo, sus rendimientos de los viernes siguen dejando incógnitas, algo que él mismo admite no comprender del todo.
“¡Ojalá supiera por qué pasa! No lo hacemos a propósito, lo juro”, bromeó. “Aprendimos mucho en Imola, fue una lección útil. Me dio más confianza para empujar. Hacemos mucho trabajo de simulador, pero hay cosas que solo se entienden en pista”.
Con Mónaco ofreciendo baja degradación de neumáticos y velocidades mucho menores que otros circuitos, Verstappen y Red Bull afrontan un fin de semana lleno de interrogantes… pero también con el hambre de seguir haciendo historia en uno de los escenarios más icónicos de la Fórmula 1.