Luego de la salida de Sebastián Domínguez en Vélez por su pésimo arranque de campeonato, rápidamente sonó el nombre de Guillermo Barros Schelotto para reemplazarlo. La dirigencia ya habría tenido un primer contacto semanas atrás y, en los últimos días, tras el regreso del DT a la Argentina, se reunieron para discutir las condiciones de su llegada.
Las negociaciones avanzaron en el plano deportivo y luego en el económico, tras una oferta del club que el viernes fue respondida por el DT con una contraoferta previamente charlada, por lo que se descontaba que ya estaba todo listo para rubricarlo en papel y asumir. Sin embargo, el entrenador aún no plasmó su firma y este domingo volvió a Estados Unidos con dos de sus hijos.
El Mellizo estaba a la espera de que desde Liniers volvieran a comunicarse para cerrar su contratación de manera oficial. Incluso en Vélez estaban al tanto de que Barros Schelotto tenía pasaje de vuelta para regresar a Los Ángeles el domingo, y que lo cancelaría en caso de llegar a un acuerdo, según informó en detalle el periodista Hernán Feler en DSports Radio. Por eso el entrenador vivió con sorpresa que desde el Fortín no quisieran ponerle la firma a lo hablado antes de su vuelta a Estados Unidos.
Desde La Plata, adonde fue para ver jugar a su hijo Bautista en Gimnasia, Guillermo vio el triunfo del Fortín 1-0 sobre San Martín de San Juan por TV junto al Pocho Insúa y el resto de su cuerpo técnico. Durante todo el fin de semana se quedó aguardando el llamado para concretar el acuerdo. Sin embargo este nunca llegó, por lo que no le quedó otra alternativa que pegarse la vuelta a Estados Unidos.