Si bien el Torneo de la Liga Profesional 20234 recién está dando sus primeros pasos, la realidad indica que el pobre arranque de Colón y Unión condiciona a sus entrenadores, los cuales venían de un proceso con altibajos, sobre todo Gustavo Munúa, en el cierre de la temproada anterior.
En tanto que Marcelo Saralegui se aferró a su cargo luego de un interinato donde pudo sacar al equipo de una crisis futbolística terminal, pero en el balance final los resultados no fueron tan positivos.
Sin embargo, para su continuidad se evaluó no solo lo que pudo imprimirle a su equipo durante su interinato, es decir decisiones en cuanto al armado del plantel y una idea de juego, sino también un aspecto que es trascendental, y que tiene que ver con lo económico.

Es que el plan A era Ricardo Zielinski, quien terminó recalando en Nacional de Uruguay, y con quien hubo profundas diferencias económicas. De hecho, sus pretensiones estaban lejos del alcance del club.
Mientras que en Unión todo parecía indicar que se terminaría el proyecto de Munúa con el cierre del 2022, pero se decidió apostar por este proyecto, que en el camino del nuevo año tuvo desencuentros y una polémica entre el DT y la secretaría técnica encabezada por Roberto Battión, a la cual le echó más leña al fuego el uruguayo tras la derrota ante Instituto.
Por este motivo, no solo es clave la próxima fecha para las continuidades de ambos entrenadores, sino que lo será aún más el Clásico Santafesino de la cuarta jornada. Munúa podría llegar al partido ante Colón con una derrota ante Barracas Central, pero si el Sabalero no tiene un resultado y una actuación positiva ante Sarmiento es muy difícil que Saralegui pueda aferrarse a su cargo de cara al gran duelo de la ciudad.