Es cierto que el Australian Open se quedó sin Rafael Nadal, pero pocos habrían apostado al resurgir de Andy Murray. Tras dar la campanada ante Matteo Berrettini en la primera ronda, el escocés disputó una verdadera batalla con el local Thanasi Kokkinakis en la segunda ronda: fueron 5 horas y 45 minutos en el segundo partido más largo de la historia del certamen. El británico se impuso en cinco sets y, a pesar de que eran las 4 de la mañana en Oceanía, tuvo la lucidez para dejar una respuesta muy graciosa.
4-6, 6-7(4), 7-6(5), 6-3 y 7-5 fueron los parciales de un encuentro histórico. De hecho, se trata del partido más extenso en la carrera de Murray, que a sus 35 años juega con una cadera de metal tras sufrir incontables lesiones. Luego de obtener la victoria, Sir Andy tuvo un desopilante intercambio con un periodista: "Fue increíble, la forma en la que Thanasi jugó, cómo estaba sacando... No sé cómo hice para sacarlo adelante. Empecé a jugar mejor a medida que el partido fue avanzando... y bueno, tengo un corazón grande", expresó.
"Si me lo permites Andy, debo decir que tenés todo grande", contrapuso el periodista encargado de la charla postpartido. Este comentario causó el murmullo de la gente y la risa de Murray: "No estoy seguro de si mi esposa estará de acuerdo con eso", acotó el tenista.
Ante la risa del público, el periodista aclaró: "Eso no es lo que quise decir", todo en un tono jocoso. Claro, la victoria de Murray significó que jugará una tercera ronda de Australian Open por primera vez desde 2017. Además, el ganador de tres Grand Slams regresa a esta instancia en un torneo major desde Wimbledon 2021.
El punto interminable que se llevó Murray, el hombre de metal
En un partido que pasará a la historia, Murray ganó un punto que parecía interminable. O, en realidad, imposible de ganar para el británico: El exnúmero 1 del mundo salvó cinco smashes de Kokkinakis, que cometió un error no forzado para perder el peloteo. Ante la bronca de no haber podido sobreponerse en el duelo, el australiano terminó azotando su raqueta contra el piso.
Un dato que refleja la tenacidad del escocés es que, con esta victoria, se convirtió en el jugador que más partidos ganó tras comenzar perdiendo los dos primeros sets. Murray tiene 11, mientras que otras leyendas como Roger Federer y Boris Becker poseen 10 triunfos de estas características.