Ocurrió en el marco del encuentro entre el club del barrio y Argentino de San Carlos, ocasión en la que el conjunto local perdió la categoría.
Simpatizantes del Pozo no dejaban salir del predio a la terna arbitral y al plantel visitante.
Por este motivo debió intervenir la policía y allí comenzaron a agredir con piedras y botellas, que terminó con el disparo de algunas balas de goma.
Además, pincharon cubiertas y rayaron vehículos de los simpatizantes y directivos sancarlinos.
Según consta en la denuncia policial, por "desorden en proporción", una vez finalizado el cotejo futbolístico los simpatizantes del equipo local provocaron daños a los vehículos particulares de los jugadores de Argentinos y no dejaban salir del club a los árbitros como así también al plantel visitante.
Además, en cierto momento "un grupo de inadaptados empezaron a arrojar todo tipo de objetos contundentes (piedras y botellas) hacia el personal policial y los móviles policiales que se encontraban en el lugar".
Se efectuaron cincos disparos controlados con las armas anti tumultos, logrando que se disperse la multitud.