La aprobación de la nueva ordenanza de nocturnidad continúa teniendo repercusiones en los distintos sectores. Mientras que para el oficialismo es un paso adelante en el control de la actividad comercial, para la oposición (Juntos por el Cambio se abstuvo de votar) la solución no está en la norma, sino en la presencia de la Municipalidad, para los sectores más afectados, todo es indignación.
En el caso del Club Villa Dora, su presidente Adrián Ramseyer contó que están viendo cómo van a seguir: "Quizás lo que quieren es una ciudad fantasma. En nuestro caso nos liquida, son 240 horas anuales de baile que tenemos y vamos a pasar a 80 o 84, son tres veces menos de horas, y con los mismos gastos fijos".
La principal crítica es con el horario de habilitación que lo acorta a los domingos a las 2 de la mañana. "El tema es que por costumbre o tradición la gente no va a salir temprano, no llegan a las 10 de la noche, te dan la opción de hacer viernes o sábados hasta las 4, cosa que nunca hicimos" detalló Ramseyer.
"Hace cuatro años hicimos cuatro bailes los sábados que había feriados, una despedida de año, un aniversario del club, en dos nos fue bien y en dos nos fue muy mal, no sabes cómo te va a ir" agregó.
Por otro lado, destacó que lo que más les molesta "es la mentira, que nos mientan en la cara. Fuimos cuatro veces a reuniones, a la audiencia pública y quedamos en que era hasta las 3 de la mañana en verano. Nos molestó la puñalada por la espalda que recibimos".