Este lunes se realizó la fiesta de vitalicios en Colón, con un gran marco en un 2022 que tuvo altos y bajos, pero que trata de cerrarse de la mejor manera. Hubo personajes ilustres y referentes dirigenciales. En charla con Diez en Deportes, el presidente de vitalicios, Gabriel Aguirre se mostró muy contento con la tarea realizada.
"Somos 23 personas trabajando. No todos vitalicios, sino también adherentes y colaboramos. Siempre buscamos qué hacer para mejorar a Colón", explicó.
También formó parte el vice 1º José Alonso, que provechó para reconocer la importancia de lo que se viene gestando: "Esto quiere decir que la sociedad, para los que somos antiguos, es pasiva activa, valiendo el juego de palabras. Acá hay una conjunción enorme y preciosa. Los que están acá vivieron un montón de cosas y nos enseñan el camino a seguir. Sobre todo, la llegada de la juventud. Entonces esta conjunción hace que el club tenga más identidad y pertenencia. Desde que iniciamos nuestra gestión, dijimos que la participación de los vitalicios significa la expresión de aquellos que acompañan una idea. Esta fiesta de fin de año que se realiza es el corolario de lo que tiene que ser Colón, un club de pueblo por más que esté en una ciudad y la gente tiene esa energía por lo que hace. Si no hay amor por lo que se hace, no hay nada. Lo que se hace es reconciliar dos generaciones en busca de la pertenencia".
El año de Colón
"Ocurrieron cosas futbolísticas y extrafutbolísticas. En lo deportivo, fue un año muy complicado, quizás el más complicado de todos, donde tuvimos un equipo campeón que sufrió una sangría y no pudimos reemplazar bien a los que se fueron. Tampoco logramos los objetivos. También considero, y no es un escapismo, que en la estadística, Colón fue el equipo que más situaciones de gol generó en 2022, pero el que menos concretó. River generó como colon, pero marcó", relató el directivo.
Para luego continuar: "Una primera etapa donde Colón jugó dos clásicos que jugó bien y mereció ganar, pero no se pudo. Lo mismo que en otros partidos, pero no es justificativo, porque hicimos una buena Libertadores, lástima que no pudimos seguir. Y también, fue un torneo con muchas cosas. Se cierra un año triste, porque teníamos ambiciones de otras cosas, pero en la vida siempre hay revancha, que es que Colón vuelva a ser una usina de fútbol y esperemos no equivocarnos en el técnico y tampoco en las incorporaciones".
Luego, explicó por qué todavía no se cerró lo de Saralegui: "Marcelo hizo su propuesta, tiene muchas intenciones de seguir, porque ama al club y tiene pertenencia. Tiene muy claro el proyecto, pero en estos días tuvimos compromisos con otros técnicos y por eso se debe resolver para qué lado vamos".
En otro tramo, comprendió a la crítica de los simpatizantes, pero trató de verlo desde otro punto de vista: "Uno llega al club como hincha y se hace dirigente. Los fanáticos analizan todo con pasión y el dirigente debe ser razonable. Cuando hay emociones de por medio se complica. El equilibrio que uno busca es medir los espacios y distancias. Llego a mi casa y hasta mi familia me cuestiona y por eso cuando se es dirigente uno debe ser racional. Por eso entiendo a la gente".
Para luego ir bien profundo: "Colón necesita un cambio enorme, porque hay otras generaciones que piensan diferente y que son participativos en las redes sociales. Todo eso lo tenemos que ajustar con gente nueva".
¿Qué pasará con Luis Rodríguez?
"El Pulga es un jugador que se quiere ir por lo que ya se sabe, pero tiene que resarcir por su contrato, así como nosotros pagamos cuando llegó de Gimnasia. Esperemos que lo haga", enfatizó.