En los últimos meses hubo un aumento exponencial en los casos de viruela de mono en Argentina y crece la preocupación en la comunidad científica, sobre como evitar su propagación.
El Dr. Hugo Pizzi asegura que esta enfermedad ya era conocida en la comunidad científica hace más de cincuenta años en las regiones africanas. "Hasta que el este año empezó a irradiarse por diferentes lugares de Europa, América y Asia. En portugal ya se dieron cuenta que esto venía por el lado del sexo. Se descubrió que había una serie de pacientes que se repiten en un 89%: hombres, con apetencia bisexuales u homosexuales. La mayoría viene de viaje y estuvo en situaciones de contacto física con otras personas".
Acerca de los cuidados, el especialista dijo "Es una enfermedad, para que tengan una idea, que tiene un periodo de incubación de diez a veinte días. Empieza con fuertes dolores de cabeza, fiebre, cansancio, dolor muscular y ganglios, que normalmente la viruela no tiene ganglios. Y fundamentalmente, después empiezan a aparecer todas las vesículas esas que cuando uno las mira con que realmente asustan".
En cuanto a cómo uno podría contagiarse de este virus, Pizzi explico que "se puede contagiar a través de la saliva, atreves de los fluidos sexuales, a través de los fluidos corporales, a través de cuando se rompen las ampollas esas y uno esta lastimado o cuando hay roce de piel".
En un llamado a la conciencia, el Dr. Hugo Pizzi agrego que "lo que pasa, y acá hay que pensar seriamente, es que el hombre está agrediendo mucho a la naturaleza, si ustedes analizan esto, van a ver que la frontera agrícola cada vez avanza más, se rompen equilibrios, se rompen ecosistemas… y no se reforestan", comparándolo con el caso de Wuhan con los murciélagos que hizo que el virus del COVID – 19 estallara globalmente, aclaro que cuando el hombre saca a las especies de su habitad natural para realizar actos que van desde la experimentación, deforestación, hasta el consumo de las mismas, estas crisis sanitarias seguirán ocurriendo, remarcando".
Por último Pizzi remarcó la importancia de armar los anillos epidemiológicos. "Los americanos ya encontraron una vacuna antivariólica para colocar a las familias de los contagiados. Y aquí está el dato: todos los que tenemos más de 44 años y tenemos puesta la vacuna antivariólica que nos dejó una marca en el muzlo o en elbrazo, estamos portegidos en un 85% porque las dos viruelas son primas hermanas".