Adrián Marini tiene un aura muy singular en Colón, en una historia de simbiosis que se comenzó a tejer en la campaña que terminó con el ascenso a Primera División en 1995, donde fue el autor de un golazo en la final de ida ante San Martín de Tucumán, en La Ciudadela.
Mientras que los dirigentes lo incorporaron en los últimos años para trabajar en las formativas, desde donde llegó a la Reserva. Se tuvo que poner el traje de interino tras la partida de Julio Falcioni, y llevó a Colón a un resonante triunfo ante Vélez, quien se convirtió luego en semifinalista de la Copa Libertadores.
Tras el corto ciclo de Sergio Rondina como DT, nuevamente fue designado para dirigir al equipo, que logró un triunfo muy importante el pasado sábado frente a Tigre, finalista de la última Copa de la Liga Profesional, que lo dejó bien parado para afirmarse en el cargo.
De hecho, como lo adelantó Diez en Deportes, la decisión de los dirigentes de Colón fue la de confirmarlo en su cargo, ya que José Vignatti por ahora no buscará más entrenador.
De esta manera, Chupete estará al frente del equipo el próximo lunes, desde las 15.30, ante Barracas Central, en el estadio Claudio "Chiqui" Tapia, donde tendría la decisión de repetir el equipo que llega de vencer al Matador.
Es que la decisión sería la de preservar a Eric Meza, quien se sigue recuperando de una pubialgia, con lo cual el lateral por la derecha continuaría siendo Augusto Schott.
De esta manera, más allá que no se descarta alguna modificación en el mediocampo, en función del rival y de que lo hará de visitante, los 11 que prepara Marini son los siguientes: Ignacio Chicco; Augusto Schott, Facundo Garcés, Paolo Goltz y Agustín Ojeda; Baldomero Perlaza, Leonel Picco y Christian Bernardi; Luis Rodríguez, Facundo Farías y Ramón Ábila.