"Fue un momento bravo. Con el paso de las horas, uno se va relajando y viendo cómo siguen las cosas. Inicialmente, la pasamos mal", relató este viernes por la mañana el médico de Unión, Santiago Calvo, tras el accidente que sufrió el micro que trasladaba al plantel hacia Córdoba para jugar ante Talleres.
En charla con De Diez, dio detalles de la situación que lo tuvo como partícipe: "Son muchos viajes en colectivo que uno tiene en colectivo y como que uno que siempre va relajado. Sobre todo, recién saliendo y tuvimos ese cimbronazo. No entendíamos qué pasaba. Fue una sorpresa fea, donde tuvimos ese golpe. Cuando reaccionamos tuvimos que evaluar a los chicos y los auxiliares".
En su caso, admitió: "Tuve un golpe fuerte en la cabeza y el cuello, pero no perdí el conocimiento y pude actuar. No me doy cuenta hasta que Juani Chapino, que iba al lado mío, ve a dos colaboradores sin conocimiento. Los asistimos y les pusimos los collares cervicales. Cuando recuperaron la conciencia, recién pude salir a ver a los otros muchachos".
"Evaluamos quiénes eran los que debían ser trasladados al Cullen. Fue todo muy rápido. Por suerte, los lesionados no tuvieron consecuencias", agregó.
Pero la cosa no quedó ahí: "Los lesionados fueron aquellos que iban en los asientos traseros. El camión nos pega de lleno en la parte de atrás. Recién estábamos iniciando la marcha. Nos pega directamente en la dirección. Dentro de la desgracia, fue la mejor situación para que no pase algo más grave. Si pasaba 10 segundos antes el escenario podría haber sido peor".
"Al camionero no pude asistirlo, porque tenía a los otros chicos y estaba más de 100 metros alejado. Los bomberos tuvieron que actuar para sacarlo, pero vi que estaba consciente y asistido", recalcó.
En el final, expuso: "Los jugadores ya están bien. Me comuniqué con cada uno de ellos. Tienen el alta hospitalaria, pero no la médica, ya que tiene que quedar en reposo durante 48 horas. Por ahora están todos bien, solo con algunos dolores".