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Cristina Férnandez de Kirchner recibió al presidente uruguayo José "Pepe" Mujica en Olivos, donde acordaron firmar el preacuerdo para instalar una planta regasificadora a unos 15 km de Montevideo, tema que fue abordado brevemente. En cambio, las licencias no automáticas fueron el tópico que se llevó la mayor parte del encuentro. En Uruguay las ultimas disposiciones de Industria cayeron muy mal a punto tal que generaron fuertes reclamos de diversos sectores.

Mujica, un hombre que ha demostrado en su relación con Argentina que apuesta al diálogo y la negociación, le pidió a Cristina que las licencias no automáticas se apliquen en los estrictos plazos que estipula la Organización Mundial del Comercio (OMC). Otro de los pedidos del mandatario fue crear una comisión de seguimiento con el propósito de vigilar que se cumplan los plazos estipulados para el ingreso de los productos en el exterior.

"Todo bien", dijo el mandatario del vecino país cuando le preguntaron por el resultado de la conversación respecto a las limitaciones a las importaciones que establece Argentina. Cabe recordar que para Uruguay estas trabas afectan unos 50 millones de dólares anuales.

El kirchnerismo ha revitalizado al Mercosur y tiene un especial interés en defenderlo por esta razón, esta semana en una reunión que hubo en Asunción del denominado Grupo Mercado Común (GMC) del Mercosur, el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Krekler, garantizó a Brasil, Uruguay y Paraguay que las LNA no afectarán al comercio intrazonal.

En este marco, se comprende que el pedido que habría trasmitido Mujica a Cristina de que las licencias argentinas no se extiendan más allá de los 60 días (de acuerdo a las normas de la OMC) fuera concedido. De todas maneras, ambos mandatarios convinieron en conformar una comisión bilateral de monitoreo del comercio, similar a la que funciona con Brasil, para atender temas puntuales que puedan generar conflicto.