El martes 26 de octubre, la Cámara de Diputados de la Nación se apresta a tratar la Ley de Etiquetado Frontal. Según Albor Cantard, representante de Santa Fe en ese Cuerpo, está todo dado para que el proyecto reciba sanción definitiva.
“Los niveles de consenso son muy altos”, confió el legislador de Juntos por el Cambio, y agregó : “vamos a estar trabajando para que se apruebe el dictamen que vino del Senado”.
El exrector de la UNL recordó que en esta iniciativa “están en juego varias cuestiones: por un lado la salud” (teniendo en cuenta que la obesidad infantil y adolescente es un problema grave en Argentina), y por el otro lado los derechos de los consumidores y el derecho a la información.
Cantard aseguró que los legisladores de ambas cámaras “escucharon todas las voces”, incluyendo las disidentes. En cuanto a estas últimas, señaló que “las objeciones no eran suficientes como para que no avance el dictado de la ley”.
“En ningún caso esto va a significar mermas en las producciones. Y tampoco impide que el producto sea puesto a la venta. En todo caso si hay productos de alto contenido en grasa o en sodio deberán procurar adaptarlos, mejorarlos en la medida que sea posible”, aclaró.
El proyecto
El dictamen de mayoría que llega desde el Snado prevé la incorporación en el frente de los productos ultraprocesados de una etiqueta con forma de octógono negro y letras blancas que advierta el exceso de nutrientes críticos para la salud, como azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías.
Además, determina que los productos que contengan entre sus ingredientes edulcorantes o cafeína tendrán que informar que su consumo no se recomienda en niñas y niños.
Por otra parte, el proyecto impulsa la prohibición de emitir publicidad comercial, dirigida a niños, niñas y adolescentes, de productos con sellos de advertencia.
Además, establece que los productos que tengan más de un sello de advertencia no podrán incluir dibujos animados, personajes, figuras públicas, regalos ni elementos que llamen la atención de niños, niñas y adolescentes.
Por otra parte, la iniciativa determina que, ante iguales condiciones, el Estado deberá priorizar la compra de alimentos sin estos sellos de advertencia.