Santa Fe tiene casi 450 años de vida. Ello se ve reflejado en muchas de las construcciones y paisajes que forman parte del ejido urbano de una de las ciudades más antiguas del país. En este marco, el crecimiento poblacional y la demanda habitacional continúan generando importantes transformaciones. El nuevo informe de CICLOPE refleja de qué manera entran en conflicto estas históricas estructuras con las necesidades del desarrollo económico, productivo y social de la ciudad.
En este marco, todos los actores coinciden en la necesidad de contar con normas distintas a las actuales, que permitan a los desarrolladores y los patrimonialistas contar con reglas claras a la hora de intervenir tanto el espacio público como el privado. En los últimos días, ingresó al Concejo Municipal un proyecto de ordenanza que se dirige en este camino, impulsado por el Ejecutivo local y que contó con la colaboración de distintas entidades y organizaciones vinculadas al rubro.
Miguel Irigoyen, exrector de la UNL y exdecano de la FADU – UNL, e integrante de la Comisión de Patrimonio Municipal; María Elena Ghietto, Vocal de la Cámara de la Construcción Argentina Delegación Santa Fe; Julio Cavallo, presidente del Colegio de Arquitectos de Santa Fe; y Valentín Monge, estudiante de Arquitectura e Intagramer de Eterea SF; dialogan sobre las diversas particularidades que se presentan en Santa Fe entre la importancia de facilitar el desarrollo inmobiliario, como así también la necesidad de resguardar su historia y las estructuras arquitectónicas que le imprimen identidad.