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La actividad de un empresario rosarino que invirtió 500 mil dólares para el alquiler del avión que arribó a Barcelona con 944 kilos de cocaína, hecho por el cual hay tres argentinos detenidos, podría quedar en la mira judicial.

En los expedientes judiciales que desde la Argentina investigan el caso, la posible vinculación del empresario, ex director de la multinacional alemana Siemens, está en la mira de la Justicia, de acuerdo con un informe publicado en un diario porteño.

De acuerdo con la información difundida por el matutino, el alquiler del avión, además de la entrega de 500 mil dólares, incluyó la cesión de otro avión que también volaba la empresa Medical Jet, propiedad de los Juliá, dos de los detenidos en España.

El empresario, según trascendió, ya era investigado por la justicia federal en una causa relacionada con el contrato que contrajo el gobierno de Carlos Menem con Siemens para la confección de DNI, que fuera finalmente anulado.

De acuerdo con allegados a Matías Miret, uno de los detenidos, en un principio se le había comunicado que el vuelo de Jet Challenger 604 era para llevar a España al propio empresario ahora investigado, quien iba a traer a su familia en la misma sofisticada máquina.

Mientras Miret y los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá continúan detenidos en España, luego de que la justicia ibérica les dictara la prisión preventiva por el caso, ayer se realizaron seis allanamientos en torno al caso ordenados por el juez federal Alejandro Catania.

Los allanamientos incluyeron los domicilios de los hermanos Juliá, de Miret y las oficinas de Medical Jet, empresa dedicada a los traslados aéreos médicos.

La intención de la parte de la investigación argentina es establecer si la droga fue cargada en la Argentina y quién fue el proveedor, además del financista del vuelo.

A pesar de que en un primer momento se había señalado que la droga había sido cargada en la Isla de Cabo Verde y existen dos documentos oficiales en los que los tripulantes aseguraban que no despegaron de Ezeiza con carga, los 50 minutos que duró la escala en el archipiélago africano tornarían casi imposible que en ese lugar se haya acondicionado en la aeronave casi una tonelada de droga.

Otro de los puntos de la investigación se concentra en los 25 días que el jet privado estuvo guardado en un hangar del aeródromo de Morón, una base en la que no suele verse ese tipo de aeronaves, desde su último vuelo a Mar del Plata, hasta su trasladado a Ezeiza el 30 de diciembre pasado.