La victoria de Colón ante Rosario Central por 3-1, en el Gigante de Arroyito, en marzo del año pasado, marcó la vuelta de Eduardo Domínguez como entrenador. Sin dudas que será recordada por el inicio de un ciclo exitosísimo, que además marcó el cierre de una nefasta racha en condición de visitante para la historia del club.
Luego vendría el parate, y la reanudación del fútbol con la Copa Diego Maradona, donde Colón hizo un gran papel, disputó la Zona Campeonato, con un gran registro en condición de visitante, que pudo sostener en la Copa de la Liga Profesional.
De hecho, el Sabalero llegó al Monumental ostentando la punta de la Zona A con una gran ventaja sobre sus perseguidores, la que pudieron reducir a cinco puntos cuando quedan 12 en disputa para el cierre de la fase regular del certamen.
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Pero en el Antonio Vespucio Liberti, a Colón se le cortó una impresionante racha jugando fuera de Santa Fe. Es que desde el retorno de Domínguez, y antes de perder en el Monumental, el Sabalero había jugado 10 partidos de visitante, lapso donde cosechó ocho triunfos y dos empates. Es decir que había cosechado 26 puntos sobre 30 en juego, con una efectividad del 86,6%.
En cuanto a los empates, el primero fue ante Independiente, 1-1 en Avellaneda, que llegó a la igualdad sobre el final, más allá que en el último minuto el Sabalero desperdició un penal en los pies de Emmanuel Olivera. En tanto que el otro fue ante San Lorenzo, a quien le había dado vuelta el partido y llegó al 2-2 sobre el epílogo del cotejo, a través de un penal ejecutado por Ángel Romero.
Ahora se le vendrá una cuenta pendiente a Colón, que será la de hacerse fuerte en el Brigadier López, donde llega de dos empates en serie sin abrir el marcador frente a Rosario Central y Argentinos Juniors, que llegó a Santa Fe con varias bajas por coronavirus y suspensiones.