Son una de las actividades vinculadas a la educación que más se vieron afectadas por el cierre de las escuelas. Durante la pandemia se vieron obligados a reinventarse y transformarse incluso en fleteros, o hasta decidieron abandonar la actividad y buscar una nueva fuente de trabajo.
Sin embargo, la situación no parece mejorar con la vuelta a las aulas en este sistema bimodal de una semana si y una semana no. “No nos podemos organizar, porque no hay chicos para trasladar. Hice un punteo con mis colegas y a los sumo tendremos 2 o 3 chicos. Incluso hay directivos de colegio que les pidieron a los padres que por un tiempo los trasladen ellos mismos a la escuela” declaró Jorge Blesa, representante de los transportistas.
A esta situación de falta de chicos para transportar, se suma el boleto educativo gratuito. “Es un panorama feísimo” agregó el representante.
“Acá en Santa Fe, la incertidumbre de parte de los padres, de no saber cómo van a manejar con sus hijos los horarios, hace que no te llamen. En 40 años de transportistas nunca me pasó esto” describió Blesa.
También se le suman inconvenientes y gastos como el seguro, al cual no pueden pagar por 10 días de viajes, sino que tienen que abonarlo entero. También tienen la tasa de fiscalización, por la cual deben pagar por la cantidad de chicos que les da el municipio, “en mi caso 29, y si hay 3 tengo que pagar por esos 29” aclaró el transportista.
Sion embargo, y pese a este panorama desolador, no pierden la esperanza, y esperan que las cosas cambien para el mes de abril, pero a marzo lo dan por perdido, pero van a salir a trabajar igual.
“Hasta hoy “zafamos” por una ayuda del gobierno provincial, y el municipio nos ayudó con extender los certificados de habilitación de las camionetas, debido a que no pudimos pagar la patente del 2020” concluyó Blesa sobre el negativo panorama que viven los transportistas desde hace más de un año.