La pandemia por el coronavirus trastocó los planes de todos y excedió los tiempos que se planteaban para volver a una nueva normalidad.
A más de 10 meses del inicio de la pandemia en territorio argentino, el verano será atípico y restringido por un toque de queda sanitario nocturno que impedirá la circulación de personas en las calles después de las 23 horas.
Uno de los sectores que continuarán siendo afectados son los músicos, sobre todo en la rama del folclore que no podrán subirse a los escenarios de los festivales más reconocidos del país.
Algunos “han sido suspendidos y en otros casos prorrogados” cuenta Víctor Luesma, conductor de Todas las Voces por LT10.
Empezando por Santa Fe, el Festival de Guadalupe “ha quedado por ahora postergado. Hay intenciones, pero está muy difícil, realizarlo durante el mes de febrero. Mientras tanto, durante todo este mes, la gente puede colaborar como lo hace habitualmente con alimentos y pañales que puede alcanzar a la secretaría de la Basílica”.
En el combo de jineteada y folclore, los festivales de Diamante, Entre Ríos y Jesús María, Córdoba, fueron suspendidos. Estos tienen muchas similitudes “e implican un movimiento muy grande”.
En el plano del chamamé, tanto el Festival Nacional en Federal, como La Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes fueron modificadas. Mientras que Federal ya suspendió, Corrientes prorrogó, aunque sin fecha estipulada.
Por último, el festival central y más importante del país, Cosquin, por el momento está suspendido. Sin embargo, en la jornada de este jueves habrá una reunión entre el Gobierno de la provincia de Córdoba y las autoridades de Cosquin para definir cómo procederán.
Inicialmente, se descarta la realización del festival de forma presencial, aunque si se plantea la posibilidad de realizar un evento llamado “Cosquin de lunas musicales” en el que músicos locales podrían tocar en lugares gastronómicos autorizados.