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Se terminó el Masters 1000 de Montecarlo y, una vez más, el título quedó en poder de Rafael Nadal. El número uno del mundo superó al también español David Ferrer con parciales de 6-4 y 7-5 y, de esta manera, levantó por séptima ocasión consecutiva el trofeo en el Principado.

Nadal, que ya suma 19 conquistas en Masters, tuvo que batallar durante dos horas y 16 minutos para conseguir la victoria y, así, después de perder dos finales (Indian Wells y Miami), también consiguió el primer título en lo que va de la temporada y el 44° en su carrera (30 fueron sobre polvo).

"Para mi hoy es un día muy especial, ganar aquí por séptima vez es mucho más que un sueño, jamás lo pude imaginar", expresó el campeón. Y agregó: "Ha sido un partido muy largo, muy duro físicamente. Ha sido una victoria complicada. Lo siento por Ferrer hoy porque por el nivel de juego que tiene merece ganar un torneo de esta categoría y está muy cerca de conseguirlo".

Este fue el duodécimo triunfo del mejor jugador del mundo en 16 enfrentamientos ante el seis del escalafón, que este año se había coronado en Auckland y Acapulco, y se mantenía invicto sobre polvo de ladrillo. Hasta que se encontró con Nadal...