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Los bombos y los platillos comienzan su repertorio, el cántico es acompañado por más de 700 personas que se paran de sus sillas cuando ingresa Facundo Moyano al auditorio del hotel ocho del viejo complejo turístico de Chapadmalal.

La Juventud Sindical lo aclama y él les extiende una sonrisa como si fuera una estrella de rock. Desde el escenario, un delegado del poderoso Sindicato de Camioneros toma el micrófono y dice: “Facundo, ésta es tu gente”. El hijo menor del líder del los camioneros y número uno de la CGT, Hugo Moyano, no disimula su alegría. Complace a sus seguidores abrazándolos y se deja fotografiar con cada uno de ellos, las cámaras de los celulares no paran.

Así comenzó la primera jornada en la que los únicos “trapos” que faltaban eran los de La Cámpora, la organización juvenil más poderosa del Gobierno, capitaneada por Máximo Kirchner, y que ya se prepara para ocupar cargos en las empresas privadas con participación estatal.

En ese jovial ámbito Facundo atiende a PERFIL. Detrás se escuchan la batucada y los cánticos de los militantes que dicen dar la vida por Hugo Moyano, y también por su hijo.

—¿Hay un debate que no se estaba dando en la juventud? ¿Qué es esto de la juventud sindical?

—Esto es algo que hubiéramos querido hacer antes pero se da en este momento. Me parece auspicioso que haya muchas organizaciones de la juventud que se van a sumar al debate y conocer un poco en qué estamos.

—¿En qué están?

—Podemos decir que estamos acompañando el proyecto nacional y popular, estamos acompañando a Cristina Fernández de Kirchner y queremos que sea reelecta en octubre para la continuidad del modelo y de este proceso. Pero también creemos que, entendiéndonos como uno de los factores fundamentales de este proceso y modelo, tenemos que comenzar a discutir para saber a qué objetivo tenemos que llegar.

—¿Qué son esas cosas que tienen que discutir para profundizar el modelo?

—Es intención de empezar a discutir esos ejes que para nosotros son fundamentales, para que la juventud y los trabajadores, para que se entienda qué rol van a ocupar en esta profundización. Recién me decía un compañero de la juventud sindical que esas tres palabras (profundización del modelo) muchas veces quedan en la expresión de una retórica y a veces demagógica. Por eso nosotros entendemos que eso tiene que poder plasmarse en la realidad para saber de qué manera poder llevar adelante esa profundización.

—Primero fue el Gobierno y ahora son los gremios los que piden un espacio en las direcciones de las empresas privadas con participación estatal. ¿Cómo piensan lograr ese objetivo?

—Eso tiene que ver con la profundización del modelo. Más allá de que algunos sectores pongan el grito en el cielo, creo que esto es algo natural que se tiene que dar en este proceso, y es justamente una de las discusiones que tenemos que empezar a dar. Hacíamos referencia a la concepción y a la fuerza moral que se tiene que materializar en acción. Justamente nosotros sabemos que para dar ciertas discusiones que van en camino a la profundización del modelo tiene que existir esta fuerza moral y esta acción porque sabemos que del otro lado también va a haber una reacción como la que estamos viendo con esta medida puntual.

—Días atrás señaló que las relaciones de su familia con la empresa Covelia eran una operación de prensa. Sin embargo, la Justicia está investigando esa supuesta relación por lavado de dinero. ¿Qué opina?

—Tiene que ver con las reacciones de las que hablaba. Esto va a ser moneda corriente y sabemos a lo que estamos expuestos. El tema es que la juventud, los trabajadores y todos los que formen parte del campo nacional y popular sepan advertir estas situaciones y tengan las herramientas necesarias para seguir con la lucha.

—¿Hay roces con La Cámpora, acá no hay ningún cartel de ellos?

—No, de ninguna manera. Están acá participando en este debate para saber cómo caminamos este camino juntos.