Humberto Zuccarelli fue el gran ideólogo desde lo futbolístico del Unión que quedará grabado en la historia por haber vencido en las dos finales de 1989 a Colón, para lograr el ascenso a Primera División.
El ex entrenador habló con Diez en Deportes por LT10 sobre lo que significó aquella gesta histórica y en el inicio de la charla se le hizo mención al sweater rojo que usó en gran parte de su estadía como DT de Unión y reflejó: "El sweater rojo era solo para los partidos (risas). Aunque te parezca mentira todavía está en el placard, es un recuerdo sentimental para mí, no tiene valor monetario. Soy cabulero, soy de Estudiantes (risas)…".
Se le preguntó por cómo fue el día después del ascenso, y contestó: "No es fácil pero tampoco es tan difícil cuando uno se enfrenta a los jugadores y le dice la verdad… Por más que a algún jugador le moleste, con el tiempo valoren el hecho de ir de frente. El día después armé las valijas y me vine a La Plata con mi familia ya que quería armar lo más rápido el plantel que iba a jugar a Primera. Ni siquiera festejé, me fui a mi casa, cenamos y al mediodía nos fuimos a La Plata. Tenía cuatro o cinco nombres en mente, ya que todo se resuelve en Buenos Aires. Con lo cual el día después fue volver a La Plata para completar el plantel para el campeonato de Primera A".
"En ese momento no tuve conciencia de lo que habíamos conseguido, el haberle ganado nada más ni nada menos que a Colón. Con el correr de los años fui tomando conciencia. Obsesivo como era lo que quería era tomar contacto con los jugadores que quería para el campeonato de Primera e intentar hacer una buena campaña", destacó en otra parte de la charla.
Sobre la conformación de ese plantel y dijo: "Lo que fui a buscar a Buenos Aires fueron jugadores para completar el plantel, si Altarmirano se quedaba el equipo iba a ser el mismo. El presidente ya me había dicho que se iba. El equipo titular era el que había jugado la final para mí".
Más adelante se le preguntó por la polémica que no podían jugar juntos Aredes y Madelón, afirmó: "Era difícil juntarlos porque era difícil reemplazar a Rabuñal, que era fundamental. No fue valorado en su justa dimensión, tuvo una importancia tremenda. Creía que ni Aredes ni Madelón estaban para correr. Ninguno de los dos podían hacer el trabajo de volante por la izquierda".
En otro tramo se lo consultó por la dupla central Tomé-Mauri, y opinó: "Era una dupla tremenda, llegaron a tener un gran nivel. Mauri era volante central, cuando le hablé de llevarlo como marcador central no le gustó la idea, pero a fuerza de charlas logré convencerlo y le agarró de tal manera que terminó siendo imprescindible, era impasable. Tomé fue el complemento justo para esa capacidad de tiempista que tenía Mauri".
Se le preguntó también por lo clave que terminó siendo Carlos González, y reveló: "Era un delantero que tenía fama de ser goleador, pero a partir de conocerlo en las prácticas se me metió en la cabeza que podía ser volante, siempre estuve enamorado de los volantes que tuvieran ansias y deseos de gol, y siempre había tenido la idea que un delantero puesto de volante podía ser muy importante por esa razón. Tenía eso, un gran juego aéreo, y una gran capacidad física. Lo probé de volante central, luego por derecha, se terminó afianzando, terminó en un nivel excepcional. Estuvo muy cerca de ir al Mundial de Italia 90, le hablaba a Bilardo permanentemente de Carlos. Lo empezó a ver, luego le pareció que no, que lo que tenía era superior, se perdió la posibilidad de ir al Mundial. Pero estuvo cerca de ir".
Por último, se le preguntó sobre si su hijo Martín, actual manager de Unión, le contó qué jugadores se van a sumar a Unión, y contestó: "Es un tema que van a tener que hablar con él (risas). Así como es con ustedes es conmigo, debe hablar más con ustedes que conmigo. No tengo nada para decirles, me dice que no hay nada, con lo cual tengo que creerlo (risas)".