El mes que viene se cumplirá un año del último partido de Juan Manuel Leguizamón en Jaguares. El santiagueño, que ingresó en la final frente a Crusaders, vivió el proceso de ingreso en la competencia de la franquicia y ve con desesperanza los rumores en torno al equipo.
“Me genera tristeza. Es una pésima noticia”, dijo en diálogo con Milenium Sports por FM Milenium 106.7. “Pienso en todo lo que costó, la adaptación, la transición y muchos momentos espectaculares que pensábamos eran malos pero era todo experiencia”, agregó.
“Son 35 o 40 contratos que desaparecerían. No sé cómo se va a dar y hay mucha incertidumbre para los chicos y el panorama; hablo con bastantes de los chicos y están a la expectativa de que haya una solución. Se dice que pueden empezar a buscar club pero sigue siendo muy duro”.
“Me costaría entender que todo esto sea por el hecho de que Jaguares ya les pelee de igual a igual”, agregó Legui, haciendo referencia a la evolución que mostró Jaguares con el correr de los años.
El tercera línea, que disputó en octubre del año pasado ante Estados Unidos su último partido con Los Pumas, piensa también en su futuro y, a los 36 años, se sigue imaginando como jugador, más allá que el coronavirus frenó su llegada a Seattle Saracens. “No estoy para perder contra el coronavirus. Tengo muchas ganas de jugar, donde sea y como sea”, dijo.
“Primero se empezó a posponer por un tema de la VISA, pero después apareció el coronavirus. Se suspendió la temporada y mi experiencia en Estados Unidos quedó en el aire. Hay mucha incertidumbre de cómo seguirá”.
“Era un proyecto de dos o tres años con la posibilidad después de seguir colaborando con el equipo. Estaba buenísimo y veremos cómo sigue cuando se reavive el deporte en Estados Unidos”. Y agregó: “cuando defina no jugar más, me va a llevar tres o cuatro años sacarme el chip”.
“Me está costando esta situación, ya vamos tres meses casi. Las primeras semanas estaba súper motivado pero se empezó a hacer más espeso sin certezas”, redondeó el santiagueño.