Una empresa intentó despedir a una empleada durante el aislamiento obligatorio que estamos atravesando. Recordemos que rige un decreto de necesidad y urgencia por el cual están prohibidos los despidos sin causa o por fuerza mayor.
El empleador intentó ampararse para este despido en que la trabajadora se encontraba en el período de prueba, sólo con un mes de antigüedad. Recordemos que la ley de contrato de trabajo, en tiempos normales, permite despedir ante de los tres meses, durante el período de prueba.
María Victoria Acosta, Jueza Laboral entendió que en este caso prevalece el derecho del trabajador y el espíritu del decreto de necesidad y urgencia.
“El problema es que en este momento esta mujer no puede salir a la calle a buscar otro trabajo. No podemos arrojarla al vacío. Por este motivo, no convalidé el despido y ordené que se la restituya en el cargo”, subrayó la magistrada.