La semana pasada se hizo oficial lo que distintos medios europeos ya venían anticipando: Bernard Laporte, que se había acercado a Agustín Pichot, acompañará a Bill Beaumont, el inglés que buscará en mayo un nuevo ciclo al frente de la unión.
Sin el apoyo de Francia, para Pichot se complicó el panorama. Aunque para nada está perdido. El ex capitán de Los Pumas definirá en las próximas semanas si se presenta como candidato o no.
Lo cierto es que tiene chances de ganarle a Beaumont, incluso sin el respaldo de las potencias de Europa, las mismas que tiraron abajo su proyecto de liga internacional y que generó un enorme debate el año pasado.
Para eso, necesitará sumar el mayor respaldo posible. La elección se define por mayoría simple y en octubre se agregó otro voto aliado a la mesa de decisiones: Uruguay.
Por lo hecho desde el lugar de vicepresidente que todavía ocupa, los países emergentes ven en Pichot su gran oportunidad de ganar terreno y acortar la brecha, económica y deportiva, con los poderosos de siempre. Y por ahí pasa una de las claves.
¿Cómo se distribuyen los votos?
Los países del Seis Naciones y los cuatro del Rugby Championship suman tres cada uno. Si, como parece, el norte apoya a Beaumont y el sur a Pichot sería 18 a 12 para el inglés.
Pero hay más. Las seis uniones continentales (Europa, Oceanía, África, Asia, Norteamérica y Sudamérica) cuentan con dos cada uno, al igual que Japón. 14 más.
Por su parte, los países de Tier 2 tienen uno: Georgia, Rumania, Fiji, Samoa, Canadá, Estados Unidos y, desde octubre, Uruguay. Además, según el reglamento (9.4 e) el Presidente tendrá un voto de desempate.