El crimen de Julio Cabal (h) fue una bisagra en la ciudad de Santa Fe. Tras su muerte, los vecinos decidieron salir a las calles a reclamar seguridad, provocando la reacción del poder político. Sin embargo, otro crimen sacudió días después a los vecinos de Mariano Comas: motochorros mataron a balazos a Maximiliano Olmos para robarle su moto nueva.
Muchos santafesinos se manifestaron en redes sociales pidiendo al gobierno y a la sociedad en su conjunto que no haya diferencias entre un crimen y el otro, ya que la muerte de Maxi no tuvo la misma repercusión en la ciudad. María Inés Masino y Julio Cabal padre sumaron otro dolor al de la muerte de su hijo: la discriminación.
“Qué tristeza me dan algunas cosas: gente que porque era rubio o vivía en Boulebvard (dicen que) era de una familia bien; es una vergüenza que estemos hablando de esto”, dijo la madre de Julio Cabal en su visita a los estudios de LT10.
Por esa razón, adelantó que mañana acompañarán a la familia de Maxi Olmos en la marcha convocada para las 20 a la plaza 25 de Mayo, frente a la Casa de Gobierno y a los Tribunales santafesinos. De la misma forma, dijo esperar que asistan las familias de las 69 víctimas que se cobró la delincuencia en lo que va del año en Santa Fe.
Recompensa
El gobierno había anunciado una recompensa de 1 millón de pesos para aquellos que aportaran datos por el crimen de Julio Cabal, y este fin de semana se detuvo al presunto asesino. Sin embargo, para el crimen de Maxi Olmos aún no se tomó una medida similar.
“La mamá de Maxi ¿cómo no va a estar hecha pelota? Yo estoy destrozada; Julio se hubiera muerto de la vergüenza de saber que por el pusieron una moneda de recompensa, él renegaba de los privilegios que sentía que tenía por haber nacido donde nació, eran discusiones casi a diario”
El padre de Julio admitió que leer lo que dicen sobre las diferencias entre Julio y Maxi “duelen”. “Te encontrás con esto y se te cae el mundo encima, nada va a aliviar lo que nosotros sentimos”, agregó en diálogo con el programa El Cuarto Poder.
Es por eso que ambos pidieron a “la gente trabajar por Julio y tiene que trabajar por Maxi de la misma manera”.
“Julito quería un mundo diferente, él sentía que no merecía lo que tenía”, dijo su madre en medio del llanto incontrolable y el dolor de la pérdida a flor de piel.