Después del empate 1-1 ante Rosario Central, Colón inicia una semana diferente después de un apretado calendario. Más que nada, porque se viene una fecha FIFA y por eso no habrá actividad en la Superliga que servirá para recuperar físico y analizar algunas cuestiones que no le permiten sumar para ser protagonista.
Un resultado que cotizó muy poco ante un rival directo por la lucha por la permanencia. Por si fuera poco, se dieron otros marcadores que no lo favorecieron y por eso quedó en el filo de la zona roja del descenso. En consecuencia, se vienen días intensos en pos de solucionar detalles que se pagan caro.
Pro eso desde martes el grupo se pondrá manos a la obra luego del descanso con el partido contra Atlético Tucumán o Boca Unidos por la Copa Argentina; ante San Lorenzo en el horizonte en el estadio Brigadier López, que volverá a recibir visitantes. Y después más allá el choque de ida de las semifinales de la Copa Sudamericana ante Atlético Mineiro de Brasil.
Todavía es cuestionado el entrenador Pablo Lavallén, pero la victoria 4-0 ante Sol de Mayo le trajo algo de respiro. Pensando en lo que se viene, habrá que ver si puede ser tenido Gabriel Esparza, que se viene recuperando de un fuerte esguince de tobillo. Una herramienta de ataque que todavía no se pudo aprovechar y que le vendría más que viene al DT.
Además habrá que ver cómo se adapta la nueva incorporación, el paraguayo Jorge Ortiz, que llega con el mote de goleador que tanto precisa un equipo que apenas marcó tres al cabo de cinco partido y nunca pudo mantener el arco en cero. Una semana diferente para ir viendo qué es lo mejor para que vuelvan a aparecer los resultados positivo.
Este miércoles, desde las 21, se jugará el desquite contra Sportivo Las Parejas de las semifinales de la Copa Sudamericana, pero será afrontado con la reserva que comanda Pablo Bonaveri. Tiempo de análisis y mucho trabajo en Colón.