Hay fechas que son dignas de recordar y otras que no por situaciones no tan gratas. Quizás esta sea la gran excepción por un motivo más que indelebe: el amor incondicional por los colores. Este viernes 24 de mayo se cumplen cinco años del último descenso de Colón tras 19 en la Primera División. Fue al perder 1-0 en un partido desempate ante Atlético Rafaela en Rosario.
Fue un golpe durísimo de asimilar luego de gestar una campaña de 30 puntos que no le alcanzó para salvarse. Ni si quiera el gol agónico de Lucas Alario en la última fecha de este torneo ante Olimpo alcanzó. No hubo otra que jugársela en un solo juego ante la Crema con las reservas de combustibles casi sin nada.
Un trabajo encomiable del cuerpo técnico dirigido por Diego Osela y por los jugadores que se quedaron a pelearla. Fue sancionado con quita de puntas y multado para no incorporar jugadores y así y todo fue el equipo que más tiempo estuvo como puntero. Por esas cosas del destino, no le quedó resto en el final y la cosa terminó de la manera más ingrata.
Sin embargo, la gente no se queda con solo el resultado sino por lo que hizo, una vez más, la hinchada, que copó el Gigante de Arroyito en un acto de acompañamiento y apoyo incomparable. Hubo disponibles 10.000 localidades, pero fueron cerca de 20.000 para un aliento ensordecedor.
El descenso consumado no cambió la afinidad que se forjó y que desde ese momento se hizo más fuerte que nunca. Por eso quedó grado a fuego para siempre en las retinas de los que estuvieron o lo vieron a su manera.