En Colón saben que para la próxima temporada habrá que armar un equipo protagonistas para espantar la malaria de la última Superliga y empezar a sumar para engrosar un promedio que decayó notoriamente. Hasta el momento, Pablo Lavallén no pudo enderezar el rumbo del todo, ya que apenas logró un puñado de triunfos, todos importantes para seguir en carrera en la Copa Argentina y Sudamericana.
El DT ya se reunión con el presidente José Vignatti y le mencionó que no pretende tantos nombres para el próximo semestre, sino más bien valores con recorrido para venir a ser titulares. Habrá una sangría importante y muchos puestos quedarán despoblados, porque lo se necesitará ser muy certero para no competer los mismos errores.
En principio, de mínima sería un futbolista por línea, con punto de inflexión en el mediocampo, donde se darían la mayoría de las salidas. El deseo es renovar con Matías Fritzler, pero no hubo aún una respuesta. Por las dudas, comenzó a circular un apellido conocido como posible incorporación: Adrián Arregui.
Terminó jugando en San Martín de Tucumán y, tras el préstamo, debe retornar a Temperley. La idea sería que continúe en Primera, pero con alguna venta de un porcentaje de su ficha. El Sabalero lo buscó durante el paso de Eduardo Domínguez, pero por diferentes circunstancias no prosperó y encontró su lugar en el Ciruja, donde jugó muy poco.
Es el típico medio aguerrido que hace los relevos. No es tanto para jugar sino más bien para recuperar. Tiene 26 años (12 de agosto de 1992) y un mucho por dar. El tema es que su falta de continuidad es un atenuante. Por lo que se pudo saber, sería más que nada un ofrecimiento y no una acción encarada por Colón o pedida por Lavallén.
Algo típico de los mercados de pases, que dicho sea de paso todavía no calentó motores porque todavía hay equipos en competencia. Pero está más que claro que en junio se activará lo que más le gusta a los hinchas y que los tiene siempre expectantes.