La noche del domingo se despedía con una catarata de votos para el gobernador Juan Schiaretti, del espacio Hacemos por Córdoba. Consiguió, el 54 % de los votos de las elecciones realizadas en esa provincia, y duplicaba los sufragios de los dos postulantes de Cambiemos y la UCR, Mario Negri y Ramón Mestre, quienes obtenían alrededor del 29 % de las voluntades de los ciudadanos.
Si bien se vislumbraba una amplia victoria del Schiaretti, suma un grano de arena a una tercera alternativa a nivel nacional que crece y que deberá proponer a sus postulantes para las próximas elecciones de octubre.
El gobernador de la provincia Miguel Lifschitz dialogó con el programa Todo Pasa por LT10 y con respecto a las elecciones de ayer dijo que “la victoria de Schiaretti es un reconocimiento a los buenos gobiernos y no deja de ser una señal que muestra un deterioro notable de la marca Cambiemos”. Y siguió: “en las elecciones anteriores fue una marca muy competitiva y ahora se mostró con una división interna que le quitó posibilidades”.
Con la mirada puesta en las elecciones nacionales que se vienen, el gobernador explicó que “hay un conjunto de gobernadores del peronismo o de fuerzas provinciales que no tienen una alineación nacional, no están con Cambiemos pero tampoco con lo que ya pasó.
“Esto nos da chances de construir una fuerza alternativa entre todos. Estamos hablando de gobiernos que no son furgón de cola de la política nacional, sino que tienen proyectos serios y comprometidos. Se trata de una masa crítica que busca pensar una alternativa que vaya para delante. Estamos hablando de una fuerza que puede reunir buenas propuestas”, destacó.
Con respecto a una elección previa interna, Lifschitz, a diferencia de Schiaretti y en línea con Roberto Lavagna, dijo que “lo mejor sería que no haya internas y armar una fuerza desde cero, con todo lo que esto implica y no perder tiempo ya que hay que competir con otras fuerzas que ya están armadas”.
Consultado sobre una posible postulación a un cargo nacional acompañando a Roberto Lavagna, el gobernador fue claro y separó lo personal de un proyecto más grupal.
“Nos gustaría ser parte de un modelo nacional. Si podemos colaborar o sumar desde algún lugar lo vamos a hacer. Prefiriendo no hablar de lo personal y pensando en algo más colectivo Lifschitz finalizó que “preocupa el destino del país en los años que viene y, más allá de lo personal, lo bueno sería encontrar una vuelta para mejorar. Pero necesitamos que la gente tenga confianza, haya crecimiento y generación de empleo. Eso es urgente. No hay que repetir procesos que no funcionaron”.