El encontronazo entre Julio César Toresani y Diego Maradona en 1995 es uno de los más emblemáticos en la historia del fútbol argentino. Uno jugaba en Colón y el otro se llevaba toda la atención en Boca. Amén de lo estrictamente deportivo, la historia se dio durante varios idas y vueltas dentro del campo de juego y que se hizo noticia al término, con la inmortal advertencia del Diez. "A ése muchacho le digo que vivo en Segurola y Habana 4310, séptimo piso".
Sin embargo, el destino torcería el rumbo y, lejos de enemistarlos, los haría más cercanos que nunca. Es que el Xeneize luego sumó a Huevo y ahí como limaron sus diferencias y quedaron ligados durante mucho tiempo. Después por cuestiones de camino cada uno siguió su rumbo.
Pero Maradona luego de enteresarse del fallecimiento del exvolante de Colón y Unión, sintió un fuerte mazazo. Por eso no dudó en dedicarle unas palabras desde México, donde está dirigiendo a Dorados. Lo más emotivo fue que admitió: "Pensar que lo quise pelear, y hoy lo lloro".