En Colón todavía dura la bronca y el dolor por la eliminación en la fase inicial de la Copa Superliga, tras perder con un jugador más por 3-2 ante Tigre, a quien vencía por 2-0 en el primer tiempo.
De esta manera volvieron a sobrevolar los fantasmas de la derrota ante Huracán, que marcó el quiebre para la salida de Eduardo Domínguez. Es que en aquella oportunidad el Sabalero ganaba por 2-0, tenía un hombre más en cancha y terminó perdiendo por 3-2.
Eso originó que Eduardo Domínguez se diera vuelta en la zona del banco de suplentes y llamara "cagones" a sus jugadores, lo que comenzó a desgastar una relación que se terminó consumando tras los empates ante Rosario Central y Estudiantes de La Plata.
Más allá que al Sabalero le queden por disputar el partido ante Acassuso por la Copa Argentina, y los dos de la segunda fase de la Copa Sudamericana, donde el 13 de mayo conocerá a su rival, tras el sorteo que se realizará en Luque, lo concreto es que la temporada termina de la peor manera.
Es que a través de la Copa Superliga podía ganarse un lugar en las competencias internacionales, más allá que la pobre campaña que cerró en la Superliga lo hará comenzar decididamente con la cabeza puesta en pelear por la permanencia.
Además, más allá de los tres partidos de Copa que le queda al conjunto rojinegro, los dirigentes deberán tomar una decisión crucial sobre el futuro de algunos jugadores, como no renovarle a aquellos que se les termina su contrato o buscar una salida a algunos que no ingresen en el nuevo proyecto deportivo.
En tanto que también será crucial no fallar en la política de refuerzos, debido a que la delicada situación deportiva que atraviesa el club, que incluye un pobre promedio, no admite concesiones en la carrera por mantener la categoría.