El dólar alcanzó su máximo histórico en el día de ayer y llegó a los 44,92. Mientras que el peso se devaluó un 2,8%. La inflación que afecta al país, la recesión de la economía y el clima electoral generan un contexto de incertidumbre. El economista Agustín Etchebarne de la fundación Libertad y Progreso, analizó la situación.
En diálogo con El Cuarto Poder, el economista habló sobre las subas en la moneda extranjera y las causas y consecuencias de la situación económica del país.
En cuanto a la razón de porqué está subiendo el dólar. En los últimos 70 años la inflación promedio es del 53% anual, mientras que en los últimos doce meses fue del 55%. “Por tanto, el peso es una moneda falsa, la van falsificando los políticos cada vez imprimen más dinero y la gente se da cuenta que el peso se va desvalorizando”, indicó.
Por otro lado, los distintos sectores productivos y el ciudadano argentino en general atraviesan un escenario de incertidumbre respecto al futuro. En los últimos diez años atravesamos cinco recesiones mientras que el resto del mundo tuvo una.
Desequilibrio entre el sector privado y el público
El sector privado cada vez se achica más: “Para un un negocio o una empresa que tiene un año bueno, un año malo sucesivamente, los años malos son bastante duros", las empresas deben reducir personal y los costos aumentan.
En cambio, el sector público crece de manera permanente y cada vez se cobran más impuestos Hoy hay 8 millones de personas que trababan en el sector privado formal y casi 22 millones que reciben dinero del estado.
El gobierno llegó para cambiar la situación “pero encontró consenso para devaluar y poner más impuestos”, explicó y agregó que devaluar implica bajarle el salario real a las personas por eso cada vez hay más pobres”.
Por tanto, resulta inviable el gasto público sumado a la devaluación y a la recesión. “Hay 8 millones trabajando en el sector privado que tienen que soportar a 22 millones (en el sector público)".
Al devaluar y sumar impuestos, el sector privado se va cada vez más afectado: “Si el año pasado le pusieron impuesto a la renta financiera y el principal tomador de deudas es el Estado es como pegarse un tiro en el pie porque le pones impuesto al que te presta plata”, expresó el economista.
De esta manera, mucha gente deja de prestar plata y entramos en una crisis más profunda. Además, se sumaron impuestos a todas las exportaciones. “Por un lado, estás subsidiando, por ejemplo, a las grandes empresas de Vaca Muerta que son todas empresas multimillonarias y en cambio pones impuestos nuevos a las pequeñas pymes que exportan software”.
Mala interpretación de la historia argentina
“La mala interpretación de la historia es llevó a que Argentina pensara en que había que sacarle la plata al agro y dársela a la industria, pero la industria debe crecer por sí misma “no tiene que ser subsidiada ni tener un extra “.
Mientras que al agro no hay porqué sacarle siempre la renta: “En Argentina cada sector que trabaja bien le suman impuestos, hasta deja de andar bien y ahí lo subsidian”.
En el país los agentes económicos saben que en algún momento el dólar “se escapa” y el esquema es mantenerlo con una tasa “altísima” por un tiempo y es un negocio para los bancos.
Pero esto lleva a que la industria no tenga crédito con esa tasa de interés y la crisis del sector se profundice. Entonces “hay que preguntarle a los políticos y candidatos qué programa tienen para sacar de la decadencia a la Argentina”, concluyó.