Desde que asumió como presidente de Argentina en diciembre de 2015, Mauricio Macri puso como principal objetivo de su política internacional, la promoción del país para la recepción de inversión de origen externo. Tan solo un año atrás, en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente reiteró su promesa de una "lluvia" de inversiones para motorizar la economía.
El año pasó y el presidente dejó de hablar de precipitaciones de capitales foráneos para introducir, en cambio, la idea de una "tormenta" que sacudió el país, provocó una escalada del dólar y la inflación más alta en 27 años.
Según un reciente estudio de la consultora DNI publicado por el portal El Cronista, el país no logró subirse a la ola de inversión que sí experimentó la región de Latinoamérica, e incluso tiene menos capitales anclados que en 2001. La Argentina se ubica como el único país que no creció en atracción de capitales desde el inicio del presente siglo, siendo que en los últimos años la llegada de fondos se cuadruplicó en la región.
En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, sostuvo a través de Todo Pasa que aunque "la predisposición de las inversiones no ha sido en la magnitud que algunos entienden que debería ser", la realidad es que las inversiones han estado entrando a la economía nacional en este tiempo, y destacó sectores como el agropecuario, petrolero, minería, turismo y aeronáutico como algunos de los más favorecidos por el ingreso de los capitales extranjeros.
"Tenemos que ofrecerle al inversor extranjero condiciones de estabilidad económica para invertir, y nuestra economía en el regimen anterior quedó completamente alterada por el descontrol de los precios relativos y las tarifas", remarcó el canciller.
A su vez, destacó que "si queremos vivir bien como nos gusta a los argentinos tenemos que generar más productividad". Y es en esto donde Faurie indicó que la Cancillería tiene un trabajo preponderante: saber cómo ofrecer al mundo y conseguir mercados para colocar esos productos.
Las inversiones vienen, no a la lluvia que les gustaría a muchos, pero nada es mágico en la vida. Tenemos que trabajar con reglas atractivas para la inversión y garantías", concluyó.