Julio Comesaña otra vez volvió a dar qué hablar en Colón. No solo por ser franco y no andar con vueltas sobre algunas cosas, sino que le pone el pecho a la realidad. Entienden que los resultados no conforman, pero que eso no le quita el sueño en pos de forjar su idea. Eso sí, no ocultó que le cuesta todavía amoldarse a la vida en Santa Fe.
Pero respecto al partido del domingo que viene en Córdoba, a las 17.10 y con transmisión de LT10 AM 1020 y FM "X" 103.5, ante Talleres, el DT explicó que se trata de una semana complicada, porque debe armar el equipo con tres bajas sustanciales, las de Matías Fritzler, Guillermo Celis y Luis Rodríguez, aunque hay una buena: el retorno de Franco Zuculini.
"Van a faltar jugadores importantes, pero es una realidad a la que estamos siempre expuestos. Hay que tratar de buscarle soluciones. Franco recién esta semana inició con normalidad el trabajo. Estará para acompañarnos, pero no sé si desde el inicio. Concretamente, es una semana más complicada, porque no sale uno sino tres titulares. Por si fuera poco, son de casi la misma tarea y quedamos un poco desprotegidos, así que trataremos de solucionarlo. Es lo que tenemos y a veces se da esta situación en otras posiciones. Antes tenía a cuatro para dos puestos y ahora no es tan así", desglosó el DT.
Eso sí, se mostró contrariado por una cuestión: "Hay desgarros, no de gran importancia, pero que llevan su tiempo. Me llamó la atención que siguieran jugando y cuando hay un desgarro nadie puede jugar. Hicieron un esfuerzo grande, sobre todo Fritzler. Tiene que ver también con el cuerpo de cada uno. Antes no habíamos tenido lesiones y ahora de golpe tuvimos dos. Así hay que analizar todo".
También dijo, en dialogo con los medios –entre ellos LT10– que él no está para andar controlando quiénes son amonestados: "Alguien vino a decirme sobre la tarjeta, pero la verdad es que no ando pensando en eso. Quizás alguien en el club está sobre eso. Yo lo había hablado con él (con Fritzler) y se estaba controlando. Manejó las cosas bien y la verdad que ni cuenta me di, pero pasaron tantas cosas en el momento que no nos fijamos".
Sin embargo, lo más contundente vino después cuando habló de su adaptación a Santa Fe: "Tengo cosas por resolver y no tengo tiempo para hacer trabajos diferenciados. Todavía estoy tratando de ordenar un poco las cosas, los horarios y demás que debo vivirlas para comprenderlas. Estoy viendo cómo vamos a hacer para suplantar a los jugadores que no están. Quizás nos lleve a cambiar algo más. No tenemos en cada puesto las mismas características. Estuve revisando y no es fácil, pero lo vamos al resolver".
"Estoy en una etapa de transición y el club lo sabe. Es justo lo que está pasando ahora. Los resultados son claros y yo me ocupo de ver lo que deja cada partido y me queda en claro que merecimos más. Estamos con un equipo en construcción, aunque con algunos condicionamientos. Este es un momento donde el club debe trabajar para el inicio de la próxima temporada", expuso.
En el final, no se puso plazos: "Tengo una grandísima ventaja sobre la mayoría. El fútbol nunca fue un tema de dinero sino de una pasión. Son más las veces que me fui de un lugar sin que me echaran porque entendía que no le hacía bien. El día que entienda que las cosas no son como pienso que deberían ser o si me escapan de la mano, como vine me voy. Soy una persona grande y pasé por un montón de estas cosas. Tenía la gran facilidad de quedarme en mi casa en Barranquilla con cinco torneo por delante y sin embargo me vine para acá. Fue un desafío que no podía dejar pasar, sin pensar en el dinero. Iba a ganar más en mi casa y así y todo aposté por esto".