“Las cosas se parecen a su dueño, si andamos caminando, bostezando y haciendo la siesta hasta las 5 de la tarde o haciendo sociales, la cosa no va a andar. Estoy disponible 24 horas para el club, para eso me pagan y no voy a desviarme de eso. El ritmo mío es un ritmo distinto, hay que estar 24 horas para esto, la idea es movilizar las cosas, no dormir la siesta, no permitir que haya cosas que desvíen la atención porque mañana es tarde. Yo duermo la siesta si puedo, si no puedo, no lo hago”, así se manifestó Julio Comesaña a inicios de febrero en conferencia de prensa y en muchas ocasiones somos presos de nuestras palabras.
El viernes Colón jugó un muy mal partido ante Banfield y perdió por la mínima en el Brigadier López. Como si fuera poco el sabalero tuvo varias bajas y claros inconvenientes físicos en algunos jugadores. Guillermo Celis tuvo una fractura del octavo cartílago costal derecho, Matías Fritzler un desgarro fibrilar del bíceps femoral en el muslo derecho, el “Pulga” Rodríguez un desgarro grado 2 en el muslo derecho y Mateo Hernández un calambre.
Para algunos estos problemas fueron producto del azar y para otros una mala planificación física del club rojinegro.
Sin embargo en el partido ante Banfield se podría haber aprovechado toda esa catarata de lesiones y molestias. Matías Fritzler llegó al partido con cuatro amarillas, recordemos que al llegar a la quinta amonestación se debe pagar una fecha de suspensión. Ya con el desgarro consumado, el mediocampista jugó más de 25 minutos lesionado, tranquilamente podría haber cometido alguna infracción para llegar a la quinta amarilla y cumplir la penalidad mientras se recupera del desgarro. Algo que no sucedió.
Tal vez el futbolista puede eximirse de responsabilidades en este caso. Sin embargo hay algo que es incomprensible. Fritzler estuvo muchos minutos en cancha y hubo tiempo de sobra para que llegue un recordatorio o una orden desde afuera para que fuerce esa tarjeta amarilla.
El mediocampista tendrá como mínimo 15 días de recuperación y volverá a jugar condicionado teniendo que estar ausente por una fecha más cuando sea amonestado. Las cuatro amarillas que tiene las recibió en 2018 ante Patronato, Independiente, Newell's Old Boys y River Plate. En Colón se durmieron una siesta.