Divirtiendose y pasándola bomba en Playa Mansa, esa paradisíaca zona sin olas de la península esteña. Rocío Oliva se separó de Diego Maradona a mediados de diciembre y así lo confirmó la propia rubia con un contundente mensaje en Instagram. "Una pregunta, Ro: ¿te separaste?". "Sí", contestó.
Rocío sale a flote después del naufragio de una relación de ocho años, abandonando un mar que no siempre estuvo tan planchado, habiendo atravesado épocas de tormentas y grandes tempestades.
En estos días se dijo que Diego -a quien supo acompañar en su paso por Dubái- la echó de su casa de Bella Vista. También, que Rocío habría iniciado un romance con el cantante El Pepo y, además, que la reaparición de Verónica Ojeda en la vida del astro -quien volvió a ver a su hijo menor, Dieguito Fernando- tuvo que ver en la separación; ¿o viceversa?
Lo cierto es que el mismo día que el técnico de Dorados de Sinaloa se convertía en el padrino de su segundo nieto, Diego Matías Maradona, la futbolista viajaba a Punta del Este y esto, precisamente, sucedió hace una semana.
Y Oliva continúa allí, disfrutando del mar, jugando a la pelota con la jugadora de freestyle brasileña Natalia Guitler, comiendo con amigos. En fin, divirtiéndose, como cualquier joven de 28 años en sus vacaciones.
La vista fija en la pelota, que se eleva para reposar en el empeine del pie derecho de Rocío, se convertía en una postal conocida y habitual para la rubia. En definitiva, sabe bastante de estos jueguitos la flamante volante de Excursionistas.
Ahora bien, ¿cuál será el futuro de Oliva? Poco se sabe: apenas, que transcurrirá en Buenos Aires. ¿Y el de Maradona? Existen algunas precisiones más, pero no tantas: todavía en Nordelta, por estos días se someterá a una intervención quirúrgica -debido a un sangrado estomacal- para luego sí poner proa rumbo a México y colocarse al frente de su equipo.
No obstante, hay una precisión sobre el futuro de ambos, Rocío y Diego: no los encontrará juntos. Aunque, después de tantas idas y vueltas en esta relación, más que una afirmación, lo escrito parece un vaticinio. Todo parece significar el punto final de una relación marcada por los embates permanentes y las crisis sentimentales y emocionales.
En tanto, habrá desde lo legal, seguramente, importante comunicación entre los dos, quienes, no hace muchos años atrás, dejaron traslucir la posibilidad de una eventual boda que podía llevarse a cabo fuera del país.
En este sentido, los motivos que habían dado fuerza a este rumor radicaban en un anillo matrimonial que Diego le había obsequiado, sugestivamente, a la que probablemente iba a convertirse en su señora.
Sin embargo, Maradona descartó la versión de raíz y la relación entre ambos empezó a correr por mareas embravecidas. Y el telón de esta polémica obra finalmente cayó.
En tanto, Diego, luego de los severos problemas de salud que volvió a manifestar, parece que se abocará únicamente, como prioridad de su vida, a sus compromisos deportivos en México como director técnico.