Su talento lo pudimos ver hasta hace poco en las canchas de la Asociación Santafesina. Cuando un jugador hace cosas distintas siempre hay ojos desde otras latitudes que tarde o temprano lo vean.
A la historia fue contada varias veces pero bien vale refrescarla. En las vacaciones de invierno de 2018, Jorge Caballero, un DT con gran recorrido en nuestro medio, pudo observar en vivo y en directo durante el Basketland todas las cosas que podría hacer en una cancha de básquet Emiliano Toretta.
El juvenil de Regatas (SF) esa vez fue tentado para irse a probar a Quimsa, aunque una inoportuna lesión de cadera le impidió ir a la Madre de Ciudades en agosto pasado. Pero el tiempo pasó, volvió en buen nivel y puso su granito de arena para que el Lagunero se quede en la A1 del Torneo Oficial y esta vez la chance no la dejará pasar.
En diálogo con Marca Personal, el armador reconoció que “llegué el miércoles 2 de enero a Santiago del Estero y me quedé hasta el fin de semana. Estuve entrenando a la par del equipo de Liga de Desarrollo, también lo hice en el inicio con el de la Liga Nacional. Sinceramente todos se me acercaron, me trataron muy bien, la gente fue buenísima conmigo”.
Más adelante, Emi reconoció que “Jorge (Caballero) ya me había hablado cuando se jugó el Basketland, incluso tenía programado viajar aquella vez pero la lesión me lo impidió. Ahora aproveché y me gustó. La gente, el club, es todo muy profesional. Así que me quedaré una semana en Santa Fe para despedirme de todos y después viajar a Santiago para continuar con los entrenamientos y completar mis estudios secundarios”.
Hay una linda historia que vincula al más chico de los Toretta con el básquet, deporte que terminó abrazando pero al que le costó unirse. Lo cuenta en primera persona: “Empecé a jugar a los 6 años en Regatas pero estuve un año y medio sin hacer nada porque me quebré el brazo. Tal vez por eso no quería saber nada y no me terminaba de enganchar pero mi hermano Augusto me convenció. La verdad que fue algo muy gracioso aunque desde ese momento nunca más dejé de jugar”.
En ese trayecto hasta llegar a la Primera División de la entidad lagunera, Toretta tuvo como entrenadores a Esteban Crosa, Felipe Bauer, Emilio Sedlacek, Mariano Espinosa, Juan Siemienczuk y Daniel Godoy, además de entrenar un par de veces con el equipo cuando Marcelo Solanas era el estratega. “De todos aprendí mucho”, confesó.
Ahora es consciente que lo que sueñan todos los jóvenes a su edad se le estará haciendo realidad en el actual campeón del Súper 20 y constante animador de la Liga Nacional. Por eso Emi enfatizó que “llegar en este caso a Quimsa, un equipo de la Liga Nacional, es lo que siempre quise. Todo el mundo quiere esto. No pensé que podía quedar. La primera noche allá fue difícil, me puse a pensar que estaba lejos, no podía salir con mis amigos, que tal vez no iba a volver a jugar con todos los chicos con los que jugaba al básquet, pero pensé a futuro y si quiero progresar tengo que hacer un sacrificio para poder jugar a otro nivel”.