Los anuncios de aumentos tarifarios en electricidad, agua, gas, y transporte público que se comunicaron este jueves en el Palacio de Hacienda complican lo que los economistas consideran un balance entre la búsqueda de menor inflación y la apuesta de un dólar más tranquilo para el próximo año.
En este contexto, se conoció que las naftas podrían subir 25% más durante el primer semestre de 2019. Contrario a este dato, Claudio Molina, Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno, indicó a través de El Cuarto Poder que algunos cambios económicos podrían favorecer a una baja en el precio de los combustibles.
Según sus propios cálculos, el especialista estimó que el litro de nafta podría bajar alrededor de 8 pesos por litro, siempre teniendo en cuenta que los precios pueden cambiar en función de la variación del precio de crudo y el tipo de cambio. "Argentina tiene una producción de nafta y gasoil que no alcanza a cubrir el consumo interno, por ende se está importando: entonces, el cálculo de precios tiende a que sea el precio internacional del combustible puesto en en el país", explicó.
Con base en esta definición, dijo Molina, la suba de los combustibles sumada a la devaluación, tuvo un "efecto enorme" en el bolsillo de los consumidores. Pero hace tres meses, el petróleo que se usa como referencia para fijar precios a nivel nacional llegó a valer poco más de 70 dólares, y hoy se encuentra rondando los 53 dólares.
"Esta situación da para que el precio de los combustibles sea más bajo del que está en surtidor", sostuvo. Es que el cálculo promedio ponderado en las distintas naftas -siempre teniendo en cuenta las distintas marcas y regiones- hace aproximadamente una semana, arrojaba esos ocho pesos de reducción en el valor de la nafta.
Finalmente, Molina disparó contra la petrolera YPF y la calificó como un "oligopolio que participa en el 60% del mercado de combustible en Argentina", y analizó que "hay que abrir el mercado porque si no el consumidor está preso, falta competencia y entonces le ponen (a la nafta) el precio que quieren y el resto del mercado acomoda los precios en función de lo que fija YPF".