Para entender la negociación que se está llevando a cabo por Franco Soldano hay que tener algunos datos sobre la mesa. Primero, y fundamental, el jugador puede quedar libre en seis meses, lo que significa que Unión perderá los derechos económicos del jugador.
Por otro lado Franco Soldano aclaró más de una vez que quiere renovar su vincula y así dejarle dinero a la institución rojiblanca. Pero la posición de negociación de Unión no es la más cómoda, si tenemos en cuenta que hace aproximadamente seis meses atrás casi se concreta una transacción por 4.000.000 de dólares.
Da la sensación que la institución tatengue está atada de pies y manos si es que el jugador no renueva el vínculo. Es por ello que tal vez en este momento se vea con buenos ojos vender el porcentaje actual, intentar quedarse con alguna parte de los derechos económicos por una futura venta y recibir dinero que podría no percibir a mediados de 2019.
Está claro que nuevamente un jugador que es patrimonio del club no logra capitalizarse con una venta resonante. En este momento las negociaciones están frenadas ya que no se llegó a un acuerdo con Olympiakos de Grecia, pero esto no implica que no lleguen ofertas o incluso se reanuden las charlas con los dirigentes griegos.
Otro aspecto que también juega en contra de Unión es la necesidad económica inmediata. El 2019 llegará con el debut en una Copa internacional y por ello ingresará dinero que aliviará las arcas tatengues. Lo que sucede es que el rojiblanco necesita dinero ya, para podrá salir al mercado de pases y reforzar un equipo que puertas adentro saben que es corto en cuanto a variantes.
Del otro lado del mostrador también hay intereses que se cuidan. En la piel de los dirigentes que quieren incorporar a Franco Soldano está la especulación de negociar directamente con el jugador. Esto sería beneficioso para el club, ya que podrían darle una prima mayor, y también ahorrarse gran parte del dinero que iría al club de la avenida.
Las cartas está sobre la mesa y las fichas que juegan cada una de las partes hace que todo sea muy cambiante. Mire por donde se lo mire la comisión directiva debe vender o renovar el vínculo con el jugador, aunque en este momento no está en posición de imponer muchas condiciones, y de no ser así lleva todas las de perder.