En contra de su voluntad y asistido por un médico del Servicio Penitenciario Federal, Julio De Vido, el ex ministro de Planificación, volvió hoy a los tribunales de Comodoro Py para declarar en dos tramos de la causa de los cuadernos de las coimas que investigan los subsidios al gasoil para colectivos y al transporte ferroviario.
Fue así que, una vez más, De Vido negó las acusaciones y aprovechó para pedir un careo con un grupo de empresarios que se convirtieron en arrepentidos: "Usted, Sr. Juez, como le vengo recordando y ahora lo hago una vez más, tiene que demostrar que esos testimonios son veraces. No se olvide de eso. Tarea que le va a ser imposible, porque son absolutamente falsos", publica Infobae sobre la declaración escrita del exfuncionario.
"La única manera de sostenerlos, en su creencia y modalidad de trabajo, es seguir generando cada vez más imputados que coaccionados que declaren lo que a ustedes mejor les venga en el 'tetris' propio que representa este expediente, para no perder la libertad o, en su caso, para recuperarla. Ustedes y el Sr. Fiscal, saben perfectamente que testimonios como los de (Aldo) Roggio, (Gabriel) Romero, (Sergio) Taselli y (Carlos) Wagner son absolutamente falsos; sin perjuicio de lo cual, lo ocultan y los usan para sostener esta nueva citación", aseguró.
Aprovechó, además, para denunciar al juez Claudio Bonadio porque "el manejo de esta instrucción, como todas las otras, ha sido absolutamente discrecional" y "con un alto grado de arbitrariedad". Y afirmó: "También en este expediente, al igual que ha sucedido en los últimos dos años de persecución penal, solo se me ha imputado por haber sido ministro y fiel compañero de Néstor Kirchner".
"El desconocimiento absoluto respecto del esquema administrativo propio del Estado Nacional que parece existir se condimenta con la voluntad explícita de involucrar a cuanto funcionario público del anterior gobierno sea posible, a efectos de utilizar las presentes causas en una batalla política que poco tiene que ver con el espíritu y objetivo del sistema de justicia", dijo en un escrito.
De Vido fue traído desde la cárcel de Marcos Paz para declarar en dos causas declaradas conexas a la investigación de los cuadernos de la corrupción: una que investiga los subsidios al gasoil que recibieron los colectivos entre 2003 y 2014 –por la que el ex ministro ya estaba siendo investigado-; y otra por los subsidios entregados al rubro ferrovario. También fueron convocados a declarar como sospechosos en las dos causas los dos ex secretarios de Transporte Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, ambos presos y condenados por la tragedia de Once.
De Vido había pedido que la declaración indagatoria se realizara por videoconferencia. Su defensa planteó los graves problemas de salud y las complicaciones que conllevan los traslados desde el penal. En general, los jueces aceptan el planteo. Pero Bonadio no aceptó el trámite de la videoconferencia en anteriores ocasiones, y esta vez no fue la excepción.
La defensa planteó entonces un habeas corpus en los tribunales de Morón. Pero allí no frenaron el traslado a Comodoro Py, aunque dispusieron que un médico del SPFacompañara al ex ministro para controlarlo y que fuera devuelto de inmediato a la cárcel,sin tener que soportar los trasladados colectivos que suelen demorar muchas horas.
Fue así que, en una furgoneta blanca y acompañado por un médico, De Vido fue ingresado a los tribunales de Retiro y conducido al cuarto piso, a la secretaría de Bonadio, para ser informado de las nuevas causas en su contra.