Más allá de las tensiones que se viven en el día a día y que generan picos de ansiedad, según los psicólogos la tecnología también aporta su granito de arena, especialmente en el segmento joven de la población. Los trastornos emocionales derivados del estrés, como la ansiedad y la depresión, son en estos momentos los problemas de salud mental más comunes en el planeta y la utilización de los smartphones potencia estos inconvenientes. Los teléfonos son usados para todo por los adolescentes, desde chateo y redes sociales hasta el estudio, la música o buscar el dato más insignificante.
Jean Twenge, especialista en cambios generacionales, advierte que los adolescentes están sufriendo estos trastornos emocionales y no cree que sea casualidad que ésta es la primera generación que creció con un celular entre las manos. Su hipótesis está edificada sobre una simple correlación –aparecen los smartphones, empeora la salud mental– y muchos expertos la consideran más que convincente.
Antonio Cano, psicólogo de la Universidad Complutense de Madrid, también comparte esta visión y aporta datos y anécdotas. “Los trastornos de ansiedad en el 50% de los casos están establecidos a los 14 años. A veces viene una persona a la clínica con fobia social o agorafobia, y tiene 120.000 seguidores en Instagram”, cuenta. Según analiza Jean Twenge, profesora de psicología en la Universidad estadounidense de San Diego, es que los jóvenes “se sienten bien o mal con relación a su percepción de cómo los ven los demás”.