Hoy en día usar la tarjeta de crédito es algo que se debe hacer a conciencia ya que puede significar gastos que una persona no tenía previsto. Además de los intereses que se suman tras no pagar a término o no cumplir con el total de lo adeudado, existen otros costos como renovar la tarjeta o reimprimir el plástico.
Es importante aclarar que existen intereses que todos tienen que pagar si queda un saldo para el mes siguiente y esas tasas subieron a precios exorbitantes. Tras la suba de tasa que realizó el Banco Central por encima del 75 % las tasas de interés estas tasas en las tarjetas en muchos casos superan el 100 % de lo adeudado. Esto quiere decir que si una persona paga solo el mínimo de la tarjeta el resto de la deuda total de ese mes se acumulará al próximo con este nivel de tasas. Prácticamente estaría pagando el doble.
Es así como comienza la famosa "bola de nieve" y la deuda se vuelve impagable. Acá se presenta otra situación complicada ya que la mayoría de los usuarios opta por re financiar su deuda (una nueva financiación sobre lo adeudado) algo que es doblemente peligroso: primero porque la tasa de este tipo de financiación entre 3 y 6 cuotas es altísimo y, por otro lado, mientras se paga esta deuda la tarjeta sigue funcionando y se pueden hacer nuevas compras lo que provocaría otra situación similar en el caso de usarla y no poder pagar a término.
En diálogo con LT10, Julio Yodice, presidente del concejo profesional del Ciencias Económicas explicó que "las tasas se incrementaron a un 76 % y las tasas de las tarjetas de crédito subieron aun más. Lo importante es pagar el total de la tarjeta y no sólo una parte para que el resto no llegue al mes siguiente con tasas muy altas". Por dar un ejemplo si debemos 2000 pesos en un mes en la tarjeta hay que tratar de saldarlo todo porque lo que reste vendrá al mes siguiente con un incremento superior al 100 por ciento.