El caso del nene de San Juan que llora su celular extraviado por los recuerdos de su madre muerta perdidos conmueve por estas horas a los lectores de portales y usuarios de redes sociales. Pero además, hace surgir una pregunta: ¿qué debemos hacer ante un caso como este, o ante el robo o hurto de nuestros dispositivos?
En principio, es importante saber que desde agosto pasado, todos los celulares denunciados como perdidos, robados o falsificados pueden ser bloqueados remotamente, con lo cual dejan de funcionar con la totalidad de las redes móviles del país. Si bien esto no hará que los recuperemos, al menos quedarán inutilizados para siempre. Pero esto si tomamos los recaudos necesarios.
Lo primero es conocer (previamente) el número de IMEI de nuestro dispositivo. Se trata de un código que tienen los celulares GSM (o sea, los que llevan chip, que son la mayoría) con un registro de serie único, que en ningún teléfono a nivel mundial se repite. Es más: las compañías no lo saben. Sólo cada dueño del aparato puede acceder a ese código.
¿Cómo obtener el código IMEI?
Sólo hay que marcar *#06# (asterisco-numeral-cero-seis-numeral). No presionar "send" ni ningún otro botón. En la pantalla aparecerá el código IMEI. Lo recomendable es anotarlo y guardarlo en un lugar seguro.
Si se necesita bloquear el teléfono, se debe llamar al *910 desde cualquier otro celular y suministrar el IMEI al operador. El aparato quedará imposible de utilizar aunque se le cambie la tarjeta SIM o chip. Ni siquiera se podrá encender, mucho menos conectar a la red móvil, por formar parte de una suerte de lista negra del Enacom.
El Ente Nacional de Comunicaciones calcula que desde que esta posibilidad fue habilitada, más de 2 millones de teléfonos adulterados se darán de baja gradualmente en Argentina anualmente.