Antes de que la FIFA decidiera romper la Copa del Mundo tal como la conocemos para ampliarla a 48 equipos a partir de 2026, la Conmebol vivía amenazada: cada vez que se definía el reparto de cupos para un Mundial, se ponían en duda los 4 lugares y medio que le corresponden a Sudamérica desde que en Francia 1998 se empezó a jugar con 32 participantes. Con el objetivo de sumar representantes de otros continentes, se argumentaba que la CSF tenía demasiadas plazas para sus apenas 10 afiliadas. Sin embargo, en Rusia 2018, los representantes sudamericanos volvieron a demostrar que tienen bien ganados todos y cada uno de esos puestos.
A pesar de que la historia había comenzado algo torcida, de los cinco seleccionados de la Conmebol que llegaron al Mundial (Brasil, Uruguay, Colombia y Argentina de manera directa y Perú tras ganarle el repechaje a Nueva Zelanda), cuatro accedieron a los octavos de final: sólo el combinado incaico quedó en el camino, a pesar de haber hecho muchos más méritos para seguir en carrera que otros equipos que lograron meterse entre los mejores 16. Tres de los clasificados, además, lo hicieron como líderes de su grupo: la Celeste -que además terminó con puntaje ideal y sin goles en contra-, la Verdeamarela -que pasó invicta- y los cafeteros.
El balance tras la primera rueda es similar al de Brasil 2014. En aquella ocasión, la CSF había tenido un representante más por la localía del Scratch y fueron cinco de seis los que lograron superar la fase de grupos: los mismos cuatro que siguen en carrera en Rusia más Chile. El único eliminado fue Ecuador. Cuatro años atrás, cuatro lograron incluso meterse en cuartos (la Roja se quedó afuera contra el anfitrión), dos pasaron a semis y uno fue finalista.
Mientras que ninguno de los cinco africanos pasó de ronda y sólo uno de los cinco asiáticos sigue en carrera, para Qatar 2022 la FIFA ya anunció que se mantendrá la distribución actual de las plazas. Recién en Estados Unidos, México y Canadá 2026, con la llegada de 16 nuevos clasificados, Sudamérica pasará a tener dos cupos más (seis directos y uno de repechaje). Quizás merecería que se los dieran antes.