Nuevamente, la inseguridad golpea a barrio Sur. El lunes, una muejr se despertó y se encontró con un ladrón en su vivienda. Este miércoles, la única diferencia fue que los dueños de casa no se percataron de la presencia extraña hasta que efectivos del 911, alertados por los vecinos, les tocaron el timbre. Ambos hechos ocurrieron sobre calle Jujuy en menos de 24 horas y a dos cuadras de distancia: el primero al 3100, el segundo al 3300.
“5:30 toca timbre el comando y me despierto. Mi viejo también se despertó. En ese momento, se prende y se apaga la luz de la casa. Pensé que el timbre era uno haciendo una broma y que la luz la había prendido mi papá”, comenzó relatando Martín, uno de los moradores.
La sorpresa llegaría al atender la puerta, cuando se encontraron con efectivos policiales que les alertaban sobre una entradera allí mismo, de la que habían dado cuenta los vecinos, que vieron movimientos inusuales.
“Entonces mi mamá se percata de que estaba la ventana violentada”. En efecto, así habían entrado. Pero salieron de una forma muy particular: uno por la puerta principal, con la llave, “como si fuera su casa” y en la bicicleta de una de las víctimas. Otro, por los techos, y para emprender la travesía dejó sus ojotas en el patio de un vecino y se calzó zapatillas que se llevó.
Habían aprontado otros objetos para llevarse, pero los dejaron al lado de la puerta. Evidentemente, los agentes arruinaron sus planes.
De hecho, por cómo sucedieron las cosas, lo más seguro es que por un instante todos confluyeron en el mismo lugar. “Nos dimos cuenta de que en un momento coincidimos mi familia, el tipo que estaba en la terraza yéndose y la policía entrando. Y eso es feo. Es feo saber que tenés al tipo dentro de tu casa”, lamentó Martín.
Pese a ello, los agentes no dieron con ellos en las inmediaciones ni en el lugar.
Escuchá el relato completo de Martín: