Sebastián Britos tiene 26 años y el viernes pasado quiso ir al banco en Recreo (donde vive) a hacer una consulta. Lo que le dijeron en la entidad no le convenció, así que se fue, pensativo.
Pero la partida del joven peluquero no sería una más: en el camino, vio una cartera y la identificó como perteneciente a la mujer que estaba delante de él en la fila.
Cuando la abrió, vio muchísimo dinero adentro. Luego sabría que se trataba de 100 mil pesos.
Con las pertenencias de la señora en su posesión, enfiló para la salida, y entonces apareció ella. “Estaba blanca, muy preocupada”, contó.
“Usted perdió algo”, le dijo él. “Sí”, respondió ella casi llorando, y el alma pareció volverle al cuerpo. En un abrazo, le agradeció e intentó premiar su gesto, pero él no aceptó.
El dinero estaba destinado a un terreno para el hijo de la mujer.
Mirá el video con el relato completo de Sebastián: