El austríaco Dominic Thiem (6º), quien ya había sido campeón en 2016, inscribió este domingo por segunda vez su nombre en el trofeo del Argentina Open tras vencer en la final al esloveno Aljaz Bedene (51º) por 6-2 y 6-4. El europeo conquistó así su octavo título en el circuito en apenas una hora y media de juego con un dominio abrumador sobre el balcánico, quien no conquistó ninguno y perdió en Buenos Aires la tercera final de su carrera. La concurrencia, estimada en 4.000 personas, desafió al calor y se acercó hasta el estadio ubicado en el barrio porteño de Palermo.
El austríaco, de los mejores del mundo sobre polvo de ladrillo, vino a Buenos Aires a ganar el torneo como lo había hecho hace dos años, cuando no pudieron detenerlo ni el mallorquín Rafael Nadal en semifinales ni el murciano Nicolás Almagro en la final. En esta ocasión, brilló durante toda la semana con victorias sobre los argentinos Horacio Zeballos (66º) y Guido Pella (59º), el francés Gael Monfils (43º) y en la final ante Bedene, en todos los casos sin ceder ningún set.
Bedene, por su parte, había alcanzado las finales de Chennai 2015 y Budapest 2017, y su historial con Thiem era de una victoria en el Challenger de Irving, Texas, en 2015, y dos derrotas, primero en Roland Garros 2015 y el mes pasado en Doha.

Thiem se fue invicto de Buenos Aires, donde ganó los nueve partidos que jugó en sus dos títulos, y seguirá la semana próxima en Río de Janeiro, donde defenderá la corona. Aunque su real objetivo es Roland Garros, ya que apunta a hacer ruido en el terreno que tiene por ahora a Nadal como dominador absoluto.