“Pola” y “Puchinga” Almirón (ambos llamados Víctor Esteban) fueron condenados en la tarde de este lunes a 9 y 8 años de prisión, respectivamente.
Según dijo por LT10 el fiscal general del Tribunal Oral Federal, Martín Suárez Faisal, padre e hijo estaban acusados de liderar una organización de comercio ilícito de estupefacientes. En esta capital, operaban en los barrios La Tablada, Yapeyú y Loyola Sur. En este último residían.
Según el fiscal, los Almirón habían montado una estructura criminal para la distribución en kioscos y la venta al menudeo, no sólo en nuestra ciudad, sino también en otros lugares como Paraná.
Suárez Faisal detalló que la banda funcionó “por lo menos desde 2008 hasta junio de 2015, cuando se produjo el allanamiento de varias viviendas” que eran usadas como búnkers, y que “habían montado una estructura criminal para la distribución en kioscos y la venta al menudeo” pero no sólo en nuestra ciudad, sino también en otros lugares como Paraná.
El nivel de vida de los Almirón era alto: tenían cinco vehículos (dos de ellos, camionetas de alta gama), un club hípico que hacía eventos de turf ilegales y otros inmuebles. Todo ello fue decomisado, como lo permite la Ley de Drogas.