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Jueves 18 de Mayo de 2017 - 08:12 hs

¿Cuántas personas se necesitan para componer un éxito musical?

Durante décadas los dúos de compositores dominaron la música popular: Lennon y McCartney; Jagger y Richards; Benny y Bjorn.

"Rehab", de Amy Winehouse, es uno de los mayores éxitos de la última década y tiene un solo autor: la talentosa cantante británica.

Una investigación realizada por la revista Music Week muestra que hoy en día para escribir un éxito musical se requieren 4,53 compositores.

La publicación analizó las 100 canciones más populares de 2016 y halló que solo cuatro tenían un solo autor.

I Took A Pill In Ibiza de Mike Posner, My Way de Calvin Harris y dos éxitos de la banda de rock Twenty One Pilots, fueron las únicas escritas por una sola persona.

Hace 10 años el promedio de compositores por tema exitoso era 3.52.

Y fueron 14 las canciones, entre las 100 más populares, que tenían un solo autor.

Dos de las más destacadas fueron Rehab de Amy Winehouse y When The Sun Goes Down de Arctic Monkeys.

La canción más vendida de 2016 -One Dance de Drake- fue escrita por ocho personas.

Pero eso no es nada comparado con Uptown Funk, de Mark Ronson, que fue creada por 13 compositores, algo que llevó al presentador Paul Gambaccini a catalogarla como “la canción más escrita en la historia”.

(Para ser justos, Uptown Funk fue escrita originalmente por cuatro personas. El resto fue agregado cuando surgió que la canción tenía un parecido muy grande con el éxito de 1979 Ooops Upside Your Head, de The Gap Band.)

Incluso cantautores famosos como Adele, Taylor Swift y Ed Sheeran, cuyas identidades son una parte importante de su música, dependen de co-compositores.

Y la banda de rock U2 ha estado trabajando con compositores exitosos como Ryan Tedder, Paul Epworth y will.i.am para su más reciente album Songs of Experience.

Razones

Pero, ¿por qué está ocurriendo este fenómeno?

¿Acaso los compositores se están volviendo holgazanes o tienen menos talento?

¿O han perdido confianza en su capacidad para generar un éxito?

 

Según Mike Smith, director de la discográfica Warner/Chappell UK, lo que pasa es simplemente que la industria de la música ha cambiado.

“Si miras atrás 20 años, un artista necesitaba al menos dos o tres álbumes para perfeccionar su talento como compositor”, le dijo a Music Week.

Hoy se necesita apurar ese proceso y por eso (las discográficas) traen a los compositores profesionales, los juntan con los artistas y tratan de que se desarrolle el proceso más rápido”.

Talleres de composición

La estrella sueca Tove Lo, quien escribió temas para Girls Aloud y Icona Pop antes de lanzar su propia carrera, dice que los talleres de composición la ayudaron a encontrar su voz como compositora.

“Antes de firmar con Warner Chappell escribí y produje por mi cuenta”, le dijo a la BBC.

“Pero aprendí mucho trabajando con productores que tenían más idea que yo”, contó.

“Yo siempre me enfocaba en la melodía y la letra, y la mayoría de temas que escribí sola, como Habits, tienen tres acordes durante toda la canción”.

“No sabía cómo crear ascensos y cómo darle otra dinámica a mi música, no entendía como eso se producía”.

“Pero The Struts, que produjeron mi primera reproducción extendida (EP, en inglés), son muy buenos con la dinámica”.

“Cuando comencé a trabajar con ellos aprendí a crear esa sensación”, reveló.

Los talleres de composición son los espacios que usan las discográficas para poner a prueba el teorema del mono infinito, juntando a docenas de productores, músicos y escritores de melodías y forzándolos a crear un sinfín de canciones, muchas veces para un artista específico.

“Les encanta darte instrucciones, como: ‘Esta canción debe ser energética, insolente, chico conoce a chica’”, revela la cantante británica Dyo, autora del éxito Sexual y una veterana de los talleres para concursantes del programa X Factor.

“Pero yo ignoro lo que me piden, siempre es demasiado cursi. Todos queremos escribir buenas canciones, eso es lo que busco”.

Produciendo éxitos en masa

La cantante de pop Raye, quien escribió temas como Charli XCX y Jax Jones, agrega: “Algunos talleres de composición son muy raros y estilo fábricas”.

“Recuerdo el taller de Rihanna. Reservaron un estudio gigante y tenían a un compositor en cada sala, intentando producir la mayor cantidad posible de canciones”, recordó.

“Son muy extraños. Hay mucha presión, pero es cierto que se obtienen canciones”, reflexiona.

Toda esta producción de creatividad sin restricciones suena idílica pero hay un costado negativo.

Cuando tienes a 13 escritores de un tema, cada uno recibe una porción de las regalías cuando la canción es comprada o tocada.

Y la división no es igualitaria: los compositores menos conocidos que contribuyeron a un tema pueden recibir tan poco como el 1% de las ganancias.

Y después está el problema de la homogeneización.

Si los artistas más famosos del mundo están todos usando a los mismos compositores, ¿podrían darle la razón a tu padre cuando asegura que ‘toda la música de hoy en día suena igual’?

¿Pérdida de identidad?

Para la banda escocesa Chvrches, ese riesgo es real.

“La gente ya no hace álbumes”, le dijo el músico Iain Cook a la BBC en 2015.

“Producen 11, 12 canciones y las sacan como si fueran un álbum pero se siente más como una lista de grandes éxitos o un playlist”, criticó.

“Y quizás uno de esos temas que creaste con otros se convierte en un éxito global. Pero no es tuyo”, señala.

La cantante Lauren Mayberry agregó: “Cuando escucho nuestro álbum siento que tiene una identidad fuerte”.

“Eso es algo que no puede decirse cuando el disco está lleno de temas coescritos. Creo que eso diluiría la identidad del álbum”.

Por eso es crucial que un artista logre estampar su identidad en esas sesiones de composición.

Un talento que la cantante Beyonce pudo perfeccionar en sus dos últimos álbumes, que son íntimos y autobiográficos, a pesar del enorme número de colaboradores.

El compositor MNEK, una de 13 personas que crearon el éxito de Beyonce Hold Up, afirma que la canción es básicamente un monstruo de Frankenstein, que se hizo uniendo distintos trozos de música.

“Ella me tocó el estribillo”, le contó a la BBC el año pasado. “Luego yo volví aquí (a mi estudio) y grabé todas las ideas que se me ocurrieron para la canción”.

“Beyonce tomó las partes que le gustaron y el resultado fue esta genial y completa canción”.

Fuente: bbc