Novak Djokovic, número dos del mundo, debutó con un angustioso triunfo en el Masters 1000 de Montecarlo, certamen que se disputa sobre polvo de ladrillo y reparte 4.273.775 euros en premios. El serbio debió luchar más de la cuenta para superar al francés Gilles Simon por 6-3, 3-6 y 7-5, tras dos horas y 31 minutos de juego.
Nole, ausente en el Masters 1000 de Miami, tuvo un buen comienzo y ganó con facilidad el primer set. Cuando parecía que se encaminaba a una cómoda victoria, Simon desplegó su mejor tenis, se impuso en el segundo set y equiparó el resultado.
Lo mejor, claro está, llegó en el tercer parcial. Porque Simon tuvo en jaque a un errático Djokovic. Tras una paridad absoluta, el francés consiguió un break en el noveno game y se puso 5-4, con la posibilidad de cerrar el partido con su servicio. Entonces apareció la frialdad y la jerarquía del serbio para revertir la historia.
Djokovic quebró, luego se quedó con su saque y en el último game revirtió un 30-0 para conseguir un nuevo break y quedarse con una valiosa victoria. El serbio ganó porque, aunque no mostró su mejor versión, jugó mejor los puntos importantes. Eso sí: deberá levantar su nivel si pretende el titulo.