Para ese año estiman que 5.500 millones de personas podrán adquirir un teléfono inteligente, mientras que 5.300 millones podrán acceder al servicio de agua apta para el consumo humano.
Por el calentamiento globlal y la contaminación, las reservas de agua disminuyen año a año. En tanto que las nuevas conexiones generan que la demanda de smartphones aumente.
Además, el estudio proyectó que dentro de 5 años las personas dejarán de usar los bancos, para realizar operaciones financieras a través de diferentes plataformas móviles.